Budivelnik Kiev 73 – Spartak San Petersburgo 56. El último partido de los cuartos de final de la Eurocup enfrentava al Spartak de San Petersburgo, que había vencido por once puntos de diferencia en la ida (83-72) al Budivelnik Kiev en Rusia, que llegaba dispuesto a la remontada ante su público en la capital ucraniana.
El partido empezó igualado, con un primer cuarto que, hasta el minuto 7, ha estado muy igualado, con un intercambio contínuo de canastas entre el equipo local y el visitante. A partir de ahí, el San Petersburgo se creció en los dos últimos minutos del primer periodo y consiguió una breve ventaja para pasar del 13 a 14 a falta de dos minutos y medio al 13-19 que reflejaba el marcador al final del primer cuarto.
En el segundo cuarto el Budivelnik tiró de oficio y defensa para dejar en 9 puntos al Spartak, y de la mano de Michalis Anisivom y Malcolm Delaney consiguió una ventaja de seis puntos en el minuto cuatro (28-22), dejando a su rival en 3 puntos en seis minutos. Poco ha podido hacer el Spartak y pese a una tímida reacción en los últimos tres minutos no ha podido impedir que el Budivelnik se marchara al descanso con nueve puntos de ventaja y probadas opciones de consumar la remontada (37-28).
El tercer periodo estuvo marcado por el juego ofensivo, del que el Spartak salió vencedor, recortando diferencias con el Budivelnik y dándo mejores sensaciones que en el segundo cuarto. Comenzaban anotando los rusos, liderados por un Loukas Mavrokefalides decisivo en el primer partido y decisivo también en el tercer cuarto. Los ucranianos aguantaron la embestida y mantuvieron con oficio cierta esperanzadora ventaja, terminando el cuarto, tras un prolongado intercambio de canastas, 54 a 49 para el equipo local que, sin embargo, estaba temporalmente fuera de la Eurocup.
El último asalto comenzó con ambos equipos cautos, pero el Budivelnik aumentaba lentamente su ventaja y a falta de ocho minutos para el final estaba a tres puntos de la clasificación (59-51). Los ucranianos siguieron con la dinámica anotadora y gracias a una brillante defensa y al poco acierto del equipo ruso, que finalizó el cuarto habiendo anotado apenas siete puntos, los ucranianos fueron marcando distancias y creyendo en una remontada que se fue materelializando poco a poco de la mano de hombres como Malcolm Delaney. El resultado final, 73 a 56 para la victoria de un equipo, el Budivelnik, que consumó en un brillante último cuarto que, por lo visto en el primer partido, parecía altamente improbable.