El pasado 7 de Enero, la periodista Isabel Tabernero publicó en Blog Squad un artículo titulado Trece deseos para 2013. Aunque en lo primero que hace referencia es que "los deseos son personales e intransferibles", desde aquí desarrollaré cada uno de sus deseos, en forma de artículo, desde el paralelismo entre la NBA y la vida cotidiana encontrando una misma estructura en ambos. Pido disculpas a Isabel Tabernero por infringir la calidad de personales e intransferibles que atribuye a sus deseos, pero espero que le guste tanto a ella como a todo aquel quien lea estas líneas.
3. Que no se le acabe la paciencia a Calderón.
6. Que reverdezcan los Celtics.
7. El regreso, ya, inmediato y para siempre, de Derrick Rose.
8. Brooklyn Nets entre los mejores.
9. Que Nowitzki vuelva a su nivel y con él, los Mavs.
10. Regalos del Rey. Rey sólo hay uno y ese es LeBron James.
11. Más noches grandes de Pau y Kobe. Como aficionada al baloncesto y a Pau Gasol, me duele lo que le está pasando. Mi deseo con respecto a él en 2013 es que, sin moverse de los Lakers, no sufra más humillaciones de banquillo, encuentre su sitio en cancha, se mantenga centrado, trabaje duro y tenga más noches de mates decisivos y subidores de moral, como ante los Knicks. Y con respecto al ‘24’, como se encarga él de recordar demasiado a menudo, no le queda mucho tiempo en la Liga así que, ¿otra noche de 81 es mucho pedir?
SU CANCIÓN FAVORITA
Una vez compradas las entradas para el concierto, se apreciaba la devoción que sentía aquel espectador. Tanto era su fervor, que día y noche escuchó sus letras, sus melodías, sus ritmos… En definitiva, esas canciones que tanto le gustaban. Y así fue, no paró de repetir indefinidamente esta acción hasta el día de la actuación. Siendo allí, después de haber tocado ya varios temas, empezaba a sonar su canción favorita. Tras finalizar acabarían con todo el repertorio del que disponían, para que seguidamente, a la última interpretación, aquel abrumador público empezara a clamar -¡Otra! ¡Otra! ¡Otra!-
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El mayor de los Gasol, Pau, llegaba a las
órdenes del conjunto de amarillo y púrpura traspasado desde Memphis. Habiendo
demostrado claras facetas de líder en la cancha y de puro dominante en la
pintura, Lakers se hacía con sus derechos intercambiándolo, entre otros, por su
hermano Marc. En Los Angles Pau cada vez se haría respetar y querer más. Fue
tan breve su período de adaptación que en menos de dos semanas ya le vimos
desmelenarse en el Staples Center. Junto a su posteriormente fiel compañero de
batallas Kobe Bryant, alcanzaban noche tras noche una compenetración máxima en
el parqué, esa fue tal que nos permitió verlos jugar en las finales aquella
misma temporada. A pesar de su derrota, las sensaciones que desprendía aquel
grupo de jugadores ambiciosos no se agotaban, ya que en las dos próximas
ocasiones, asistirían también en las finales de forma consecutiva para
proclamarse campeones en ambas ocasiones y hacerse con dos anillos. El
espectáculo que se pudo vivir en las canchas allí donde fuera ese equipo era indudable,
pero es que entonces ya pasaba cierto tiempo de que Kobe iba haciendo de las
suyas cada vez que pisaba una cancha. ¿Quién no recuerda aquella noche de los
81? Pues bien, esta temporada no podemos gozar tanto de Kobe y Pau ya que
apenas juegan juntos la mitad de lo que jugaban antes, pero Kobe está cuajando
los mayores números de toda su trayectoria. Exceptuando los rebotes en ataque y
los tapones -que en absoluto son nada trascendentales para él- ha mejorado la
media de todas sus facetas del juego. Por el contrario su equipo no va bien, o
al menos debería ir mejor. The Black Mamba y E.T. no se juntan como lo hacían
antes y todo tiene sus consecuencias.
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Por suerte la suya, a pesar de estar en
las postrimerías del concierto, el grupo al que tanto idolatraba volvió a
interpretar su canción favorita. Y sí, quizás no sonó tan bien por la fatiga
que comporta un concierto, pero esa vez fue mucho más especial. Tanto el
norteamericano como el catalán se han vuelto íntimos amigos y puede que, algún factor
externo y desconocido esté impidiendo que sigamos viendo jugar juntos a este
par de “intérpretes”. Poseedores de dos anillos, propietarios de concordancia y
harmonía, paciencia y serenidad, juntos han hecho brillar nuestros ojos
viéndolos jugar, y, ahora… ¿Podría ser esta la vez que fue mucho más especial?
¿Sabías qué...
el pasado 23 de Enero MARCA.com publicó unas declaraciones escritas por Pau Gasol en las que afirma
"No soy un suplente"?
Puedes ver el contenido de las siguientes declaraciones en el siguiente enlace: