Kevin Garnett es uno de los jugadores más odiados tanto por aficionados como por jugadores por su carácter duro y agresivo aunque, a la vez, es uno de los más queridos y admirados en el mundo de la NBA por su calidad incontestable y sus actos benéficos.
Esta pasada madrugada, Garnett nos ha dejado una entrañable acción, de 20 segundos, abrazando a Kevin McHale, con quién coincidió en Minessota, y que ha perdido a su hija recientemente. Con gestos así, la leyenda de Garnett se hace más tierna y hace olvidarnos de ese jugador que llamó "blando" a Pau.
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