Una semana más os traemos una nueva entrega de esta sección. Esta vez recordaremos a uno de los mejores anotadores de la década de los 80 de nuestra liga. Considerado sino como el mejor, como uno de los mejores jugadores gallegos de la historia, hoy os recordamos al gran Manel Sánchez, un anotador espectacular que tenía una mano prodigiosa, siendo uno de los primeros grandes tiradores de triples de nuestra liga.
Manel Sánchez nació el 24 de mayo de 1958 en Lugo, España. Desde muy pequeñito comenzó a dedicarse al basket en las categorías inferiores del Estudiantes de Lugo, equipo filial del Breogán. Desde siempre destacó por su gran capacidad anotadora, comparable a la de jugadores como Navarro en la actualidad. A pesar de su gran calidad y su gran capacidad para aportar anotación a cualquier equipo, tan solo fue internacional en 2 partidos con la selección absoluta, pero ya había formado parte de la selección sub 23.
Como juvenil, comenzó su andadura en tercera división nacional con el equipo lucense de la Milagrosa, pero en junior, con 17 años, formó parte del primer equipo del Breogán, con el que debutó en Primera Nacional y en el que estuvo cuatro temporadas hasta 1978. En la temporada 76/77, el conjunto lucense bajó a Segunda División. En la temporada 78/79, Manel decidirá buscar un nuevo rumbo y se enroló en el proyecto del OAR de Ferrol, otro equipo que luchaba por volver a la máxima categoría. Tras jugar la siguiente temporada en el Santa Clara de Vigo, en la temporada 80/81, Manel volvió a jugar en la Primera Nacional. En esta temporada, comenzó a darse a conocer en la liga como un gran anotador, promediando 10,3 puntos por partido. Pero Manel iba a equipo por temporada, y un equipo más poderoso, el Zaragoza, se interesó en el y jugó las siguientes dos temporadas. En la primera temporada promedió 8,6 puntos por partido, pero en su segunda temporada protagonizó un ascenso en su capacidad anotadora, promediando 12,7 puntos por partido, consiguió liderar al conjunto maño y colocarlo en cuarta posición al final de la temporada.
Pero en la temporada 83/84, Manel volvió a su equipo de toda la vida, el Breogán de Lugo. En esa temporada llegaba como el gran refuerzo para intentar conseguir el ascenso a la máxima categoría. Y lo consiguió. En la temporada 84/85, con la aparición de la línea de triples y el paso de Primera Nacional a ACB, explotó definitivamente como un enorme anotador, promediando 19 puntos por partido y clasificando a un Breogán recién ascendido a jugar la Copa Korac. Pero tras dos temporadas en las que el equipo lucense era uno de los de la parte alta de la tabla, en la temporada 86/87 volvieron a descender. Pero con la ampliación a 24 equipos en la temporada siguiente, consiguieron el ascenso. Manel siguió siendo la estrella de un Breogán que año tras año se seguía manteniendo en la primera categoría mientras iban desapareciendo los equipos y la liga se iba reduciendo en número de equipos.
La temporada 91/92 sería la última de Manel en la máxima categoría. Tras realizar un buen año promediando 13 puntos por partido, el gallego decidió que su carrera iba llegando a su final, y tras jugar una última temporada en el Viña Costeira La Coruña, Manel decidió retirarse a sus 35 años. Pero siempre ha seguido ligado al baloncesto. Desde ese momento comenzó a dedicarse a ser entrenador y dirigir muchos equipos de Liga Femenina y Liga Femenina 2. Pero ante todo, Manel siempre ha sido y es un genio, tanto dentro como fuera de la pista.
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