Hablar de Manute Bol es hablar de altura, es hablar de un gigante que veía el mundo a 2,31 metros del suelo y se convirtió, en los años 80, en el primer africano en disputar la NBA. Tal día como hoy hace 50 años nació en Sudan este gran baloncestista y mejor persona.
Manute, perteneciente a una tribu de Sudan, los Dinka, llegó a la NBA de casualidad. Su primo se desplazó a estudiar a America, al comentar que tenia un familiar que medía 2,31 rápidamente un "Scouter" se desplazó para ficharlo.
Tras pasar por la Universidad, los Washington Bullets lo eligieron en el número 31 del Draft del 1983, allí empezaría una gran carrera baloncestista y mayor lección de la vida.
Y es que Manute Bol no solo destacaba por poner tapones (metía 3,34 por partido) ni por ser un tipo de 2,31 metros, Bol destacaba por su enorme corazón que le llevó a no olvidar nunca sus raíces y a ayudar a todos aquellos que más lo necesitaban.
En 1991 estalló la guerra en su país natal, Sudan. Al enterarse, Manute viajó a la zona más afectada, una zona llena de niños refugiados, muchos de los cuales habían perdido a su familia. Ahora muchos de esos niños da gracias a Manute porque gracias a él sobrevivieron, el gigante, que por aquel entonces estaba triunfando en la NBA, gastó gran parte de su fortuna en enviar alimentos a esos niños perdidos.
En 1995 su artritis no le permitió seguir jugando al baloncesto como profesional, sin pensarlo 2 veces Manute viajó a Sudan donde, por discrepancias con el gobierno del país, estuvo 3 años en arresto domiciliario. Tras ese tiempo, aparte de su Artritis, Manute tenía otro problema. A pesar de haber ganado unos 5 millones en sus 10 temporadas NBA, Bol había gastado todo su dinero en ayudar a su pueblo, le embargaron sus 2 casas y su mujer le dejó para irse con sus 4 hijos, estaba arruinado.
Pero Bol nunca se rendiría, volvió a Sudan del Sur, donde participó activamente en la recuperación del país hasta que en 2004 ocurrió lo inesperado, un accidente de tráfico casi acaba con la vida de Manute, que tuvo que pasar un largo periodo de recuperación, momento en el que sus ex-compañeros aprovecharon pera hacerle un partido homenaje, con lo que recaudó el dinero suficiente para completar su recuperación y volver a Sudan.
Sus últimos años de vida los paso en su pueblo natal, en 2010 se apagó la vida de este gigante, probablemente antes de tiempo ya que en Estados Unidos los médicos hubieran hecho más de lo que pudieron hacer los doctores en Sudan, pero aún así el sueño de su pueblo se cumplió, en 2011 el 99% de la población de Sudan del Sur votaron a favor de la independencia y ahora son un nuevo país en el que nunca olvidaran a Manute.
Como anectota quedará un partido que enfrentaba a sus Washington ante los Celtics de Larry Bird, los verdes, al ver al gigante Bol, hicieron una apuesta de nada menos que 600 dolares por jugador y se los llevaría aquel que fuera capaz de machacar por encima de Manute, el pivot de los Bullets acabó aquel partido con 9 tapones.
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