Hace un tiempo analizábamos lo que estaba siendo la actual temporada de Sergio Rodríguez, base del Real Madrid, justo antes de que el equipo lograse ganar su primer título de la temporada, así como caer en la Euroleague. Desde entonces, el Madrid ha seguido mostrando una buena cara en la mayoría de los partidos, a excepción de la derrota sufrida en Valencia, donde el equipo hizo uno de sus peores partidos de la temporada (sin olvidar el de Bilbao en Europa). Sergio Rodríguez es uno de los jugadores que más ha ido mejorando a lo largo de la temporada, en líneas generales, aunque cierto es también que muestra dosis de irregularidad que hacen que su salto a la cancha genere dudas en ocasiones específicas. Sergio sigue cumpliendo con su papel de base suplente, dando minutos de descanso a Llull, y en muchos partidos asumiendo la responsabilidad en los momentos decisivos, actuando como base junto a un Llull que desempeña labores de escolta. Pablo Laso, conocedor del juego mejor que nadie, sabe perfectamente que sus dos directores en la cancha pueden rendir por separado y conjuntamente, con lo cual el entrenador madridista da un papel crucial a sus dos jugadores preferentes.
Sergio Rodríguez, como bien decimos, está cuajando una temporada muy correcta, buena incluso, aunque con algo de irregularidad. El juego que Laso ha impuesto al equipo le viene como anillo al dedo, ya que donde mejor se desenvuelve el Chacho es en el ataque rápido, en las transiciones y en los contraataques. Durante la Copa, Sergio dejó buenas sensaciones, incluso en la gran final, donde tanto él como Llull fueron fundamentales para que el Madrid impusiera su ritmo durante los 40 minutos ante el Barcelona. Algunas de sus asistencias dejaron al público con la boca abierta (como la que le proporcionó a Begic, para que este machacara el aro), y su defensa también fue mejor de lo que acostumbra. A partir de la Copa, Sergio ha seguido ofreciendo minutos de calidad, alternados con otras actuaciones más mediocres, pero por lo general su estilo está calando en el equipo. En los últimos partidos, el Chacho está siendo importante ya que es capaz de anotar y asistir. En la primera etapa de la temporada, estaba asistiendo bien pero su lanzamiento a canasta no era productivo, y en estos momentos, está afinando notablemente su puntería. El tiro de tres es un arma que empieza a utilizar con más regularidad, aportando una efectividad muy superior a la mostrada en los primeros compases del curso, ayudando al perímetro madridista a crecer de cara a la recta final de la temporada. Además, sigue en su línea de asistencias, dando buenos pases a los pivots (especialmente a Felipe Reyes) para que estos logren sacar faltas y canastas.
Es evidente que Sergio Rodríguez tiene que seguir creciendo, por edad y responsabilidad, y con Laso lo está consiguiendo. Creemos que la temporada del canario es buena, mucho mejor que la anterior, y su importancia dentro del Madrid va en aumento a medida que pasan las semanas. Su mejoría en el lanzamiento exterior es crucial para que acabe de despegar tanto en el plano individual como en el colectivo, y quién sabe si de ese modo logrará hacerse un hueco en la lista de pre-seleccionados para los JJOO. Sergio Rodríguez, como segundo base, puede aportar al equipo nacional por su forma de jugar, su visión y su experiencia (no olvidemos que pasó por la NBA y en el Madrid ya ha logrado un título y ha jugado una Final Four). Veremos como continúa rindiendo ahora que afronta los momentos decisivos de la temporada con el Madrid, donde tendrá que ser lo suficientemente maduro como para saber conducir al equipo hasta su objetivo, que no es otro que lograr el título de la ACB.
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