Escribo esto tras la contundente victoria (108-83) de los Suns ante los Cavaliers de, el seguramente ROY de este año, Kyrie Irving, en la que el partido ya estaba decidido al descanso. Quizás es por la euforia de esta victoria y por la gran racha que lleva Phoenix tras el All-Star lo que me hace pensar que hay opciones serias de entrar en Playoffs y dar posiblemente el último rodeo por la postemporada con el eterno Steve Nash a los mandos de la nave.
Sin embargo, esta dinámica positiva no era la que estaban siguiendo durante la temporada, principalmente porque las incorporaciones de la temporada baja no fueron de lo más llamativo y al no haber rendido como se esperaba fue necesario fichar al veterano Michael Redd a mitad de temporada. Además, la incertidumbre creada con el traspaso o no de Nash no ayudó al equipo, a pesar de que tanto él como la entidad se juraron amor eterno y se habló de renovación los rumores no cesaban.
Tanto Gortat como Dudley fueron los únicos que comenzaron la temporada al nivel que mostraron el año pasado, además ambos, en especial Dudley, están realizando una temporada sobresaliente. Frye y Hill hasta después del All-Star no han llegado a su nivel, el primero porque se la hacía el aro minúsculo y el segundo porque ha estado mermando por pequeñas lesiones. Nash que empezó la temporada un poco flojo rápidamente cogió el ritmo y a este paso se retirarán los rookies de este año antes que él. Es incombustible y su nivel solo parece aumentar. Aunque con estos cinco que componen el quinteto inicial no parece que pueda llegarse muy lejos, pues solo Nash y, posiblemente, Gortat serían titulares en cualquier otro equipo, hay que destacar que el quinteto de los Suns es de los que mejor +/- tiene.
Por tanto, lo que ha estado lastrando a los Suns es su banquillo. Comenzando por Brown un explosivo escolta que me gustó mucho en su paso por los Lakers, pero que en Arizona en muchos partidos es desesperante: balón que llega balón que tira y este año no ha estado muy acertado. Los dos bases suplentes Telfair y Price, el primero una promesa venida a menos y el segundo un jugador en el que solo destaca su defensa, han realizado una buena temporada a nivel individual pero no dan el nivel para un equipo que quiera aspirar a Playoffs. Para cerrar las posiciones exteriores queda Redd, que en sus buenos días, que son escasos, se acerca al de los Bucks antes de las lesiones, pero que por lo general ya es un escolta suplente promedio. En el interior Robin Lopez, el gemelo malo, del que todos los años se espera que explote, pero parece que es una bomba desactivada y Markieff Morris, en este draft se podría decir que se han llevado al gemelo bueno aunque todavía es pronto valorarlo, una sorpresa agradable pues es un jugador con un buen tiro a media distancia y desde la línea de tres aunque le falta consistencia en el interior y fundamentos defensivos, pero tiene futuro en la NBA. Por último, quedan dos jugadores con un rol marginal: Warrick, un buen jugador ofensivo con nivel de patio de colegio en la defensa, y Childress que apuntaba maneras en Atlanta, pero en los Suns Alvin Gentry nunca ha contado con él.
Los jugadores han argumentado este aumento del rendimiento en la química del equipo, que ya todos se conocen a la perfección y saben en que lugar está cada uno dentro del campo y lo que va a hacer. Ojalá sea así porque eso quiere decir que seguramente de mantengan este nivel y les veamos en postemporada a pesar de la dureza de la Conferencia Oeste.
Publicar un comentario
Déjanos tu opinión sobre lo leído.