Obra: Quien te ha visto y quien te ve (80-88)

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Este Obradoiro no es el que se conoció la temporada pasada en LEB, desde luego. Pero es que es un equipo con demasiadas pájaras y despistes monumentales que les cuestan los partidos, su defensa no es lo que era y su ataque no produce de forma regular. Y eso da igual el equipo que tengan enfrente: porque asustaron al Barça, al Valencia, y a otros tantos, y perdieron por despistes, y luego, cuando deben ganar, simplemente pierden, por jugar desconcentrados. En Santiago ya no se mira a que equipo toca enfrentarse: Se mira adentro, porque ya sólo depende de uno mismo. 


Y es que el partido contra el Lagún Aro fue otra serie de despropósitos memorable. Porque si, empezaron ganando, mediante un buen hacer de los nuevos fichajes de este año, sobre todo de Stephan Lasme y de un muy buen Ebi Ere, ayudados de cuando en cuando por un muy buen Hopkins, que terminó el cuarto con 5 de los 21 puntos de su equipo. La mejor distancia, parecía llegar al final del cuarto, cuando un buen juego de los locales dejaba a 6 a los visitantes, terminó con un Javi Salgado que anotó un triple en el último segundo, dejando la diferencia en 3 puntos tan sólo, y la moral comida. 21-18

Porque ya después comenzaron a notarse algunos síntomas de debilidad en los obradoiristas, y Doblas aprovechó para hacer 4 puntos seguidos, con justo un Panko divino con un triple para un 0-7 de parcial, 21-25. Los visitantes seguían después haciendo de las suyas, y se fueron a los 7 de diferencia, 23-30, con un triple de Javi Salgado. Reaccionó el equipo local por mano de Andrés Rodríguez, el base puertoriqueño, que con 4 puntos y buena dirección, pudo empatar el partido a 30. Después, un puro intercambio de canastas, hasta que rompió la igualdad el Laguin Aro, con un Javi Salgado increíble, con un triple. Al final, 37-41 al descanso, y una buena impresión del Obradoiro.

Pero claro, había que estropearlo en el maldito tercer cuarto para los de Santiago. Pero mira que contra Valencia ganaban de 15, y les metieron 20, y aquí tuvieron un parcial de 9-18 en 8 minutos que les dejó absolutamente empantanados, con nueve puntos de Sergi Vidal que estuvo espectacular en todo el partido. Un atisbo de reacción en los últimos minutos del cuarto, con Bulfoni (8 puntos en el cuarto), y Corbacho con sus oportunos triples, dejaron el cuarto en un 18-23 de parcial, un 55-64. Obradoiro había sobrevivido a su cuarto maldito, aunque a alto precio.

Comienza el último cuarto con un intercambio de canastas de los más rápidos de estos dos equipos, dos para uno, dos para otro, hasta que los locales, con Lasme y Bulfoni, se pusieron a 3 (66-69, minuto 33). Esto provocó un tiempo muerto visitante, que dejó las cosas cómo estaban, al menos, durante unos minutos, a 4-6 de diferencia. Entonces Corbacho empezó a fallar, dejando dos triples en el aire que rebotearon los rivales, y ya montados en un carrusel de faltas, el Obra se fué a los 7 de diferencia, y aunque se volvió a poner a 6, terminó en derrota por 8 puntos, 80-88.

Los mejores, por los visitantes, Panko, siempre ahí, con 19 puntos, aunque sólo valorase 9 (0 de 6 en tiros de dos, 5 triples anotados de 9 tirados, 3 balones perdidos), pero la estrella fué Vidal, denostado por el Madrid, con 33 de valoración, 22 ptos, 4 rebotes, 4 asistencias. Un mago del balón.
Por parte de los locales, destacar a Lasme, con 37 de valoración, 26 ptos y 14 rebotes, y a Andrés Rodríguez, 10 ptos + 5 asistencias. Bulfoni fue clave para no desfondarse en el 3er cuarto, terminando con 13 puntos.

Al Obra, por ahora, le salva que Valladolid perdió, y Murcia juega contra el Barcelona.