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El Real Madrid visitaba la cancha donde fue eliminado el pasado curso en la semifinal de la ACB, en el partido correspondiente a la 2ª jornada de la Liga Endesa, enfrentándose al Bilbao Basket, uno de los equipos que más han crecido en los últimos años. El partido arrancó con ambos equipos cargando el juego interior, y con un Velickovic cometiendo errores como en la anterior jornada de liga, provocando errores consecutivos del Madrid. El Bilbao se entonaba rápido, y el Madrid cometía pérdidas constantes de balón, permitiendo a los locales adquirir sus primeras ventajas considerables, con un parcial espectacular de 14-0, que dejaba a los de Laso con cara de sorpresa. Carroll abandonó rápido la cancha por faltas, dejando sitio a Rudy antes de lo previsto. Llull conseguía anotar la primera canasta de los blancos, que se agarraban a las acciones individuales de sus jugadores para intentar entrar en el partido. Todo se ponía muy en contra del equipo merengue, ya desde el inicio, y el Bilbao dominaba todos los aspectos del juego, con la tranquilidad de un marcador abultado en el primer periodo (24-14).
El segundo cuarto empezaba con Rudy anotando una bandeja, y bajando a los suyos de la barrera de los 10 puntos. Aún así, los de Bilbao seguían a lo suyo, logrando canastas fáciles tras buenos ataques, con un gran juego de equipo y con un Banic demoledor, al igual que Mumbrú y Raúl López. El Bilbao lograba marcharse de 17 puntos con mucha facilidad, venciendo cómodamente a un Madrid que no defendía absolutamente nada, dejando a los locales jugar con toda tranquilidad y además, haciendo disfrutar a su público. Felipe Reyes entraba en cancha para recortar diferencias, con una buena serie de tiro y con una lucha de mayor intensidad en el rebote, logrando poner al Madrid a 13 puntos de distancia al llegar al intermedio. Sin duda, el hombre del partido estaba siendo Banic, y junto a él, el gran Raúl López, que con una serie de triples espectacular (3 lanzamientos anotados) hacían las delicias de sus seguidores.
El tercer cuarto empezaba con más de lo mismo, Bilbao anotando triples y el Madrid intentando apoyarse en su juego interior para recortar las diferencias. Ambos equipos empezaban acertados, aunque poco a poco, el Bilbao volvía a dispararse en el marcador. Carroll aparecía para el Madrid, anotando un par de lanzamientos, y Tomic seguía recibiendo balones al poste para ganar el juego interior a un D’or Fischer realmente motivado. El mayor acierto seguía siendo de los locales, gracias a jugadores como Mumbrú y Grimau, muy inteligentes a la hora de hacer daño a la línea exterior del Madrid recibiendo balones interiores. Mumbrú, con un triple, ponía a los suyos 19 arriba, y parecía sentenciar el choque, pero el Madrid, tirando de casta, lograba ir recortando poco a poco, con Rudy y Tomic como jugadores más destacados en ataque. Los blancos lograban un parcial importante, hasta ponerse a tiro de piedra con un triple de Llull para finalizar el periodo, dejando el marcador en un corto 64-58 y con todo por decidir.
El último cuarto fue realmente emocionante. El Madrid había mejorado la defensa, gracias a una zona que dio mucho oxigeno a los de Laso, pero recupero la individual para intentar la remontada. El Bilbao entraba en una pequeña crisis ofensiva, aunque siempre se mantuvo por encima en el marcador. Rudy y Tomic seguían liderando al Madrid, llegando a colocar a los suyos a tan solo 2 puntos (64-62). El Bilbao se agarraba a las acciones de Jackson para seguir dominando el luminoso, y gracias a errores clave en los ataques del Madrid, conseguía recuperar un colchón interesante (71-65). Rudy perdía un balón importante, y los locales lograban distanciarse aún más, poniendo las cosas todavía más difíciles a un Madrid que estaba remando para caer en la orilla. Con Carroll y Tomic en el banquillo, los de Laso se colocaban a 5 puntos, tras tiros libres de Vasileiadis, y lo que estaba pesando mucho en el juego merengue, era el mal porcentaje en los lanzamientos desde la línea de personal. Los últimos minutos del partido se iban a convertir en un intercambio de canastas, y en un carrusel de faltas, que llevaban al Bilbao a conseguir ventajas de 3 puntos, hasta lograr, a falta de 9 segundos por disputar, una distancia de 4 puntos que hacía imposible la remontada del Madrid. Así finalizó el choque, con mucha emoción, con un Bilbao que maravilló en la primera mitad, y con un Madrid que acusó la pésima defensa de los 20 primeros minutos, y el mal porcentaje en los lanzamientos libres, llegando tarde a un partido que finalmente no pudo remontar.
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