Había ilusión este temporada con Estudiantes, pero el inicio
y los trece primeros partidos no han sido lo esperado.
El Estudiantes acumula hasta ahora un total de cuatro
victorias y nueve derrotas, que le sitúan en posiciones de descenso, en una
situación atípica si vemos la plantilla que tiene, cuyo objetivo primordial era
llegar a playoff y entrar en Copa. Esto último, lo más cercano, parece ya un
milagro, ya que el Estu tendría que ganar los cinco partidos que quedan hasta
el corte, para tener alguna opción. No hay rivales difíciles, pero con el Estu
ya se sabe. Gana al Madrid y pierde con el Blusens o el Murcia. Impredecible.
Lo que sí sabemos es que Pepu llegó con un cartel
importante, y los fichajes eran buenos y variados. Estudiantes comprendía que
no se podía vivir a base de un solo jugador, como la pasada campaña con Nik
Cadner-Medley, y formó un equipo con alta mezcla de cantera, fuerza y
veteranía.
Pero los fichajes del verano han defraudado. De los extranjeros,
especialmente, no se salva ni uno. Flores está más desaparecido que Gil Marín
en el Calderón; Wright, que se juega todas, ha dado que hablar-y reir- durante
varias jornadas, con valoraciones inferiores al -15; y Simmons será muy fuerte
y hará muchos mates, pero su récord de puntuación son 13 puntos y es un coladero en defensa. Así, la sombra del
fracasado Jiri Welsch parece muy alargadada.
Solo el fichaje de Carlos Jiménez parece que ha salido
mejor. Aún estando muy lejos de su verdadero nivel, Carlos ha dado tranquilidad
y experiencia a un equipo por definición alocado. No obstante, también se
espera más del capitán.
Ya que estamos con nombres propios, hay uno que destaca por
encima de todos. Es Germán Gabriel, sin duda el mejor del Estudiantes hasta lo
que llevamos de temporada. El ex de Unicaja es, según las estadísticas de la
Liga Endesa, el undécimo mejor jugador, con una valoración media de 15,3. No es
Medley, pero Germán ha salvado al Estudiantes de una posición mucho peor.
Junto a él, destacar también la notable proyección de Jaime
Fernández, ya uno más del equipo y la madurez del otro base, Jayson Granger, el
segundo mejor del Estudiantes por ahora. El uruguayo , que lleva seis
temporadas ya en el Asefa, se doctoró en el partido contra el Madrid, y la
Demencia espera que sigue ofreciendo grandes actuaciones.
Un nombre más que peculiar es el del veterano Rodrigo de la
Fuente, repescado por el Estu a mitad de temporada. Y lo poco que ha jugado, lo
ha hecho más que bien. De la Fuente puede aportar al Estu sangre fría, crucial
si las cosas siguen como están ahora.
Y es que Estudiantes no preveía llegar a Navidad como está
ahora, y las estadísticas no contradicen la situación. Los de Pepu Hernández
son el segundo peor ataque de la Liga, el equipo que menos asistencias ha
repartido, el peor valorado, el último en porcentaje de tiros de dos, y el
segundo peor en triples. Pepu ya sabe todo lo que tiene que pensar y mejorar en
estas navidades.
A pesar de todos estos datos, el comienzo de la temporada fue
mejor que otros años, ya que Estudiantes ganaba en la primera jornada al
Valencia de Medley y compañía en casa(71-69), en un gran partido de Wright,
confirmándose después que sería un espejismo de lo que él y el equipo serían.
Ese espejismo se empezó a intuir en el Palau, donde perder
con el Barcelona es lo normal, pero no de 46 puntos(97-51), en un partido donde
Wright volvió a ser protagonista, pero esta vez por su valoración, -19. De
risa, pero se esperaba que solo fuera un partido.
Lejos de eso, Estudiantes perdía en la cancha del
Fuenlabrada(88-80), al que había ganado en el trofeo de la Comunidad de Madrid.
Pero ahora, en serio, el Fuenla volvía a vencer a un Estu al que le tiene
tomada la medida.
Al cuarto partido, Estudiantes volvía al Palacio para
derrotar, no sin problemas, al Lagun Aro GBC(62-58). Germán Gabriel empezaba
ese día a destacarse como hombre importante en el Ramiro, y el Estudiantes
volvía a alegrar a la fiel afición.
Pero lejos de la calle Goya, Estudiantes bajaba demasiado el
nivel. De esa forma, el Joventut ganaba a los de Pepu(74-71), que después
acabarían con el CAI en el Palacio(67-63), confirmando así una irregularidad casa-fuera, ya existente la
temporada pasada. Así es muy difícil alcanzar los objetivo propuestos.
De nuevo, en la jornada siete, Asefa Estudiantes caía con
estrépito en Sevilla(89-61) ante el Cajasol de Pancho Jasen, ex capitán del
Estu que se fue del club por problemas con la criticada directiva, que recibió
un 27 de valoración por parte del argentino y la cuarta derrota de la
temporada.
En el octavo partido, llegaba el Caja Laboral al Palacio, un
fortín hasta ese momento. Los de Dusko lograron acabar con esa resistencia, y
vencieron de 20 puntos(54-74). El Palacio, única arma colegial, ya no era
infranqueable, y el Estudiantes se veía abocado a una temporada complicada.
Dicho bajón, por calendario, no por fecha, continuó en
Bilbao(72-66), donde Estudiantes perdió un partido que tenía ganado. El enfermo
empezaba a estar grave.
La tercera derrota consecutiva ocurrió contra Unicaja, en
Madrid(75-84), donde los de verde, por simple superioridad de plantilla,
ganaron a un impotente Estudiantes. Las victorias habían dejado de aparecer.
Pintaba mal la cosa.
Pero entonces llegó la fecha marcada en rojo en todos los
calendarios colegiales. Llegó el derbi contra el Madrid. Estudiantes jugaba
como local y el Palacio se llenó. El Madrid llegaba a un nivel altísimo, pero
jugaba su primer partido sin sus NBA. El Estudiantes, por su parte, se plantaba
con tres derrotas seguidas, y una sensación de recibir una paliza histórica.
Pero, como un derbi es un derbi, Estudiantes ganó al Madrid en un partido muy
emocionante(90-85), donde Granger sobresalió por encima de todos.
La moral volvía a estar por las nubes. ¿Porqué no jugamos
todos los partidos como en los derbis contra el Madrid?. Es la pregunta de
todos los años y la respuesta sin solución.
Porque de nuevo, Estudiantes, en el último partido antes del
parón, dilapidó esa victoria contra el Real Madrid al perder, tras ir ganando
de 15, frente al Blusens(61-58), desechando así la posibilidad de irse a
Navidad con dos victorias consecutivas ,que daría más posibilidades para entrar
en una Copa muy complicada actualmente.
Más aún tras la última derrota, en el cancha del
Murcia(88-75). Estudiantes entra así en un descenso muy peligroso.
Estudiantes, por tanto, tiene que mejorar mucho. Cierto es
que varias derrotas han sido muy ajustadas, pero hay que saber jugar todos los
momentos de un partido.
Ahora, queda la mitad de la temporada para intentar redimir
este comienzo. La Copa está muy difícil(habría que ganar los cuatro partidos
que quedan y ver enfrentamientos) pero el Playoff sigue siendo el objetivo.
Aunque, tal y como van las cosas, con no sufrir valdría. Una pena para un Estu
que sigue sin encontrar su juego.