Dos gallitos del Oeste frente a frente, Stephen Curry contra Kevin Durant, Draymond Green en un tremendo duelo bajo aros con Ibaka y en los banquillos dos "novatos" como Billy Donnovan y Steve Kerr. Hoy comienza una de las series llamadas a marcar una época en la próxima década de la NBA y aquí tienes todas las claves.
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Nos regalaron el mejor partido de la temporada, y quieren darnos la mejor serie de la historia / NBA TNT |
Oakland. Estado de California. Bahía de San Francisco. Una ciudad con una temperatura media de 15º que en las próximas dos semanas va a ser testigo de un enfrentamiento que promete ser muy caliente. Dos de los mejores pistoleros de la NBA, Kevin Durant y Stephen Curry (que podrían ser cuatro si Westbrook o Thompson se apuntan al bombardeo) se enfrentaran por un lugar en el trono de la NBA. Solo puede quedar uno. Win or go home. Desde ese fatídico año 2012 en el que Lebron consiguió su primer anillo con la camiseta de los Heat, los Thunders se han disuelto como un azucarillo en una taza de café ardiendo. En la 2013/14, con Durant en modo MVP, disputaron la final contra los San Antonio Spurs, pero entonces el desenlace fue diferente al acontecido hace apenas una semana. Tony Parker, Ginóbili y Duncan estaban todavía frescos y Kawhi Leonard no recibía tantas atenciones defensivas como ahora. En la sorpresa residía la virtud de esos Spurs. Ahora, los Thunders llegan con la vitola de perdedores, algo que no les ha perjudicado ante los texanos y que les sienta bien. Durant, orgulloso, siempre responde bajo presión.
Mientras, en esa misma Conferencia, un equipo emergía con fuerza de las profundidades. En 2009 seleccionaron a Curry, un tirador letal con unos tobillos de cristal y un cuerpo endeble que no podría encajar en un equipo con Monta Ellis. La solución, traspasar a Monta a cambio de Andrew Bogut y elegir en el draft a Klay Thompson. Reforzarse con hombres de garantía como Marresse Speights, Shaun Livingston o Andre Iguodala y dar el salto. Menudo brinco. En una temporada pasaron de ser el equipo más divertido de ver a ser los mejores en todas las facetas del juego. Sin discusión. Primero con Marc Jackson y después con Steve Kerr, los Warriors han sabido adaptarse a las nuevas tendencias de la NBA de jugar con cuatro pequeños y tirar más de triple. Y son increíblemente efectivos haciendo esto. Tras su escandalosa temporada pasada en la que fueron una auténtica revelación, una lesión cambiaría todo. Y de que manera. David Lee, capitán del equipo, no iba a poder jugar los PlayOffs. Y ahí apareció la figura de Draymond Green. Con su trabajo en la sombra se fue ganando el respeto del vestuario y este año el de toda la NBA. Su capacidad para producir y generar juego en todas las partes del campo es inigualable así como su intensidad y su liderazgo. En estos PlayOffs, ante Blazers y Rockets, ya ha dado buena muestra de que si hace falta, el también las sabe meter.
Tenemos, por tanto, una Final de Conferencia única por delante. En esta enorme irrupción de los Warriors por unos u otros motivos no hemos disfrutado nunca de este enfrentamiento, y la magnitud de esta serie es mundial. Ganarla supone obtener el derecho a pelar por el anillo con el Rey Lebron salvo sorpresa mayúscula de los Cavs. Perder acarrearía mayores consecuencias en los Thunders que en los Warriors y podría suponer la marcha de Kevin Durant o de importantes jugadores de rotación como Harrison Barnes o Andrew Bogut. Aquí, algunas claves por las que se puede decidir esta emocionante Final de la Conferencia Oeste:
1. Rendimiento de las estrellas
Quizá la más obvia de todas. Las oportunidades de pasar de ronda de los Thunders residen, en gran parte, en la producción ofensiva de Kevin Durant (27.4) y Russell Westbrook (25.5). Entre ambas figuras se reparten el 50% de los puntos totales del equipo (105.9 por partido), una auténtica barbaridad que supone que cuando uno de los dos falla la franquicia se resiente. Westbrook debe controlar las pérdidas (6 y 8 en los dos últimos partidos vs. Spurs) ante un especialista como Stephen Curry mientras que Durant debe ser más constante en su faceta defensiva, con apenas 0.8 robos y 0.6 tapones para un hombre de su envergadura.
Por parte de los Warriors, habrá que comprobar en que estado de forma aparece el reciente MVP y que protagonismo tendrán Draymond Green y Klay Thompson en ataque. De hecho, a pesar de las exhibiciones de Curry en sus últimos partidos frente a los Blazers, es Thompson el mejor anotador de los Warriors con 27.2 puntos por partido, seguido por los 24.4 de su compañero en el perímetro. En tercer lugar aparece Draymond con 17.7 tantos de media. Por sus manos pasará el destino de la eliminatoria y suya será la responsabilidad de anotar cuando la pelota "queme". Esto nos lleva al segundo punto.
2. Emparejamientos
Con dos de las mejores plantillas de la NBA, los dos equipos cuentan con especialistas en labores defensivas. Hombres capaces de secar a los anotadores más peligrosos de la liga y de amargar la noche a cualquiera. Iguodala, Livingston, Roberson o Ibaka son los encargados de realizar este trabajo menos reconocido pero de importancia capital para alcanzar la victoria. Eso, amén de la implicación defensiva de las estrellas que, en ocasiones, es intachable. Durant llevará siempre que pueda a Iguodala al poste para hacer valer la diferencia de centímetros (2,07 vs. 1,98) y con Draymond Green jugará por fuera para aprovechar su zancada y su ventajoso primer paso. Westbrook, por su parte, hará de la potencia virtud y buscará ganar a Curry o Livingston por velocidad e insistencia. En el otro lado de la cancha, Thompson se las tendrá que ver con un Roberson que ha sido capaz de secar a hombres como Danny Green o Manu Ginóbili, y que se está soltando en ataque. Curry será defendido por Westbrook, invirtiendo las características antes mencionadas y Green tratará de sacar a Ibaka de la zona para evitar que el español tapone las entradas de su equipo.
3. Banquillos
En la anterior serie, los Thunders fueron capaces de secar la temida segunda unidad de los hombres de Greg Popovich. Salvo algunas excepciones (Manu Ginóbili en el Game1 y Boris Diaw en el Game4) ningún suplente de los Spurs superó los diez puntos en toda la serie. Una losa demasiado grande. Es verdad que Leonard y sobre todo Aldridge rindieron, por momentos, a un nivel superlativo, pero sin la ayuda de hombres como Patty Mills o David West la empresa se antojaba harto complicada. Y el resultado final así lo confirma. En esta serie, si hombres como Harrison Barnes, Shaun Livingston o el propio Andre Iguodala, no asumen responsabilidades en ataque, la defensa de los Thunders tendrá mucho más fácil su trabajo. En defensa lo tendrá también complicado pues en los Thunders aparecen por sorpresa Dion Waiters, Enes Kanter o Randy Foye, y es totalmente imprevisible saber quien va a ser el más destacado desde el banquillo.
Además, tampoco podemos olvidar la trascendencia de Billy Donovan y Steve Kerr. El mejor técnico del año tendrá que buscar un plan para minimizar los daños que puedan provocar Westbrook y Durant en su nave mientras que Donovan tiene la difícil misión de parar al mejor jugador del mundo. De como planeen los partidos se podrán deducir muchas cosas.
4. Small ball vs. Big Ball
Las estadísticas avanzadas nos indican que el quinteto formado por Stephen Curry, Klay Thompson, Andre Iguodala, Harrison Barnes y Draymond Green es y ha sido el más productivo y el que genera mayores ventajas en toda la temporada de la NBA. Sin embargo, sería por lo menos imprudente plantear este quinteto teniendo en frente un hipotético "5" inicial con Westbrook, Roberson, Durant, Kanter y Adams. Cuatro hombres por encima de los dos metros contra uno. Lanzar de tres como dogma o martillear por dentro para sacar canasta o falta. "Run&Gun" o juego en estático. Más o menos de cien puntos por partido. Abuso del tiro exterior o insistencia en el juego interior. Ambas estrategias tienen sus ventajas y sus inconvenientes pero el equipo que consiga encontra el equilibrio tendrá media eliminatoria en el bolsillo.