España ganó a Alemania por 76-77 en el partido más importante en lo que iba del torneo para los de Scariolo. Bueno, para los alemanes también lo era. Un "win or go home" de toda la vida. Capitaneados por Sergio Rodríguez, Llull y Pau Gasol, España estará en la fase final, en los octavos.
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La victoria de España, más allá de valer un pase a octavos tiene muchos puntos positivos. El primero, el principal, los de Scariolo completaron su mejor partido del torneo. A partir del tercer cuarto España se puso el mono de trabajo, apretó los dientes y defendió.
Defendió como nunca antes lo había hecho.
Sergio Rodríguez apareció en el Eurobasket. Se le esperaba. Su torneo había sido discreto pero la barba no podía esconderse cuando su equipo más lo necesitaba. Desde el banquillo capitaneó a España en el tercer cuarto. Pau Ribas siguió confirmando que es, junto a su tocayo Gasol, el jugador más regular en este Eurobasket para España. Siguió inmenso desde el triple pero además fue un perro de presa defensivo.
En el último, el definitivo, el guión le guardaba un papel protagonista a Llull. Momento caliente, como tantas otras veces lo había hecho en el Madrid y se la jugó.
No le tembló el pulso en los tiros libres como sí a Schröder (el cual no merecía este final después de su torneo y último partido).
Ah, también fue el último partido de un histórico Dirk con su selección. Como consuelo quedará que los aficionados a la NBA podremos verle todavía unos años. Gracias por tanto.
Quizá el partido acabará siendo un punto y aparte para España. Volvió a recuperar la defensa, lo más importante. No estuvo tan bien en el ataque pero lo primordial es recuperar las sensaciones en el otro lado de la cancha.
Lo hizo.