La superestrella de la NBA, LeBron James, ha conducido a sus Cavs a un 8-0 de comienzo en Playoff para colocarse en la final de Conferencia y asustar a la liga.
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Es obvio que el ritmo puesto por el equipo de Cleveland en esta post temporada es superior al del resto de equipos. Sus sendas victorias a Detroit por 4-0 en primera ronda y a Atlanta por 4-0 en semifinales de conferencia hace ver que el equipo va en serio este año y quiere revancha.
Después de un año de incertidumbres, dónde no se cogía el ritmo, la expulsión mediática de David Blatt y la contratación aún más mediática de Tyron Lue, los jugadores han sabido sobreponerse y dar un golpe sobre la mesa para dejar claras sus aspiraciones y la mentalidad que están poniendo.
Hablando de números, LeBron ha visto disminuida su anotación (de 25,3 puntos a 23,5) aunque aumentando sus rebotes hasta 8,8 y sus asistencias a 7,5 a favor de sus compañeros Kyrie Irving, pasando de anotar menos de 20 por partido en temporada regular a anotar casi 25 por encuentro en Playoff, y Love, pasando de 16 puntos a 19 por partido y más de 12 rebotes por encuentro. Además de ello Love está muy acertado en el triple y aportando al equipo lo que se esperaba de un jugador de su nivel, la determinación.
Entrando en el tema de los triples, en semifinales de conferencia, Atlanta fue acribillada por una lluvia de balones que no paraban de entrar por la red. Batieron el récord de triples anotados en un partido en la historia de la NBA con 25 anotados e igualaron el número de triples metidos en una serie con 77, pero a diferencia de los demás equipo que lo habían hecho en 7 partidos, los Cleveland Cavaliers lo han hecho en 4, si, leen bien, 4 partidos han necesitado para igualar el récord. Estamos hablando de que a siete partidos, se hubiesen ido a más de 120 triples, ¡una auténtica barbaridad! Hay que ver si mantienen el ritmo triplista en las siguientes rondas, pero la buena dinámica la tienen.
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Está claro que Lebron y compañía tienen sed de venganza ante los Warriors de Curry en unas finales de la NBA (veremos si llegan ambos) y están mandando un mensaje a la liga y a sus futuros rivales (Raptors o Miami en finales del Este y OKC o GSW en las de la NBA) y es que no lo van a tener tan fácil como el año pasado. Con el equipo al completo y con la confianza que se transmiten veo dificil unos Cavs perdiendo como el año pasado en unas finales y obviamente menos, perdiendo en las de conferencia ya que no tienen rivales que puedan plantarles cara a 7 partidos.