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miércoles, 19 de agosto de 2015

Uno en diez

Por si alguno de vosotros ha estado en una cueva metido en el último mes y no ha tenido conexión a internet lo primero es poner los próximos párrafos en antecedentes. 
Vía: nba.com
Empezó el verano y DeAndre Jordan decidió no renovar con Los Angeles Clippers y realizó un compromiso verbal con un equipo que ya tenía atado a un jugador como Wesley Matthews, Dallas Mavericks. Todo pintaba bien en la franquicia, con la llegada de Jordan y Matthews podían empezar a plantear un proyecto para los próximos años, pero llegó el último día de tanteo y empezaba lo realmente importante, los días en los que los jugadores firman sus correspondientes contratos con sus franquicias, tanto nuevas como actuales.

Todo parecía hecho para los Mavericks hasta que a 6 horas de que empezase el plazo oficial para la contratación de los jugadores saltó el rumor que después se convirtió en noticia y al poco en una “guerra”, Doc Rivers tenía planeado ir hasta Houston, donde estaba DeAndre Jordan con su familia, a tener una reunión con él para que firmase un nuevo contrato con los Clippers rompiendo el contrato verbal que ya tenía hecho con los Mavs. El día iba pasando y nos fuimos enterando mediante Twitter de que CP3, Blake Griffin o hasta el propio Paul Pierce iban a la reunión para “obligar” a DeAndre a firmar, por parte de los Mavs fueron hacía Houston Chandler Parsons y como no, Mark Cuban, el dueño del equipo. Las malas lenguas dicen que los integrantes del equipo de los Clippers negaron cualquier contacto de Jordan con algún perteneciente a la franquicia de Dallas. La finalización de todo esto fue que finalmente el pivot acabó volviendo a la franquicia de LA y dejó en las estacada a toda la franquicia de los Dallas Mavericks, lo cual no afectó de manera positiva a su imagen ni a la de la franquicia a la que ahora pertenece, Los Angeles Clippers.

Llegados a este punto, con todo el tema de DeAndre Jordan explicado, podemos empezar con lo que en realidad nos trae aquí hoy. Desde que esto pasó, Dallas Mavericks ha fichado a ocho hombres interiores y se ha visto envuelto en rumores con todos los disponibles, para intentar suplir lo que tenían pensado con la llegada de Jordan.

Poco tardaron en moverse, al poco de producirse la no-contratación más famosa de los últimos años, Zaza Pachulia llegaba a Dallas y en los últimos días de Julio, se hicieron con nada más y nada menos que con cuatro ala-pivots y cuatro pivots.

La gran Summer League que hizo Maurice Ndour con los Knicks le sirvió para ganarse un contrato como profesional, lo propio pasó también con Jarrid Famous, Jamil Wilson y Brandon Ashley. Desde el Draft llegó el indio Satnam Singh, Jeremy Evans como agente libre, Salah Mejri que llegó del Real Madrid y Samuel Dalembert.

Parece que con todas las adquisiciones hechas, sobre el papel, entre todos, pueden llegar a suplir lo que DeAndre Jordan da a un equipo, sobre todo defensivamente.

Con Pachulia se aseguran ese trabajo sucio bajo los aros y por lo que pudimos ver en los Bucks, un mejor jugador de lo que todos pensábamos a estas alturas de su carrera.

Muy parecido es lo que nos demostró Maurice Ndour en la pasada Summer League con los New York Knicks, con un trabajo inconmensurable, encandiló a todos los espectadores y se ganó a pulso un contrato NBA.

Tanto Singh como Mejri son un total enigma de cara a NBA, ambos tienen una gran altura y envergadura y no hay duda de que son un gran inconveniente para los rivales cuando pisan la zona pero, a día de hoy, hay dudas de que vayan a dar lo que en Dallas se espera de ellos más allá de esa faceta.

Tras el desplante de DeAndre Jordan y con la totalidad de interiores de garantías inmediatas ya firmados por otras franquicias, la opción de Samuel Dalembert era la mejor que quedaba para los Mavs. Conoce la franquicia, la ciudad, y sobre todo, puede hacer de mentor de toda la juventud que ha llegado al equipo este año en posiciones interiores. A sus 34 años en cancha no va tener el nivel que dio hace años, ya no es tan móvil como en sus mejores años pero sigue teniendo ese ímpetu defensivo que tantos contratos le ha dado.


Por último, para cerrar prácticamente cerrar la plantilla, Mark Cuban consiguió otro jugador interior, JaVale McGee. Tras unos meses parado el casi total protagonista del "Shaqtin' A Fool" de los útlimos años llega a Dallas. 


Si Singh y Mejri son una incognita, McGee los supera. Es capaz de lo mejor y de lo peor, con sus grandes brazos puede hacer casi lo que quiera en lo que a defensa interior se refiere pero estamos en lo de siempre, su cabeza. JaVale es otro de esos jugadores en los que su mala cabeza acaba ganando casi todas las batallas, intenta hacer cosas en pleno partido que el mismo sabe que no es capaz de hacer o simplemente, se queda mirando como transcurre el juego sin que él tenga nada que ver estando en cancha. Veremos lo que Carlise consigue de él, si lo mejor, o lo peor.


En definitiva, si me preguntan “¿crees que los Mavs notarán tanto la ausencia de DeAndre como se podía pensar el día que lo perdieron?” Yo me atrevería a contestar que no. Es cierto que perdieron que perdieron a uno de los mejores centers defensivos de la liga, eso es obvio, pero creo que con las piezas que han conseguido en las posiciones interiores el equipo puede llegar a suplir eso. Si las lesiones les respetan, y cada uno asume su rol dentro del vestuario, puede que entre todos lleguen a hacer que los aficionados no echen tanto de menos algo que nunca llegaron a tener, a DeAndre Jordan.

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