Muchos son los nombres que han brillado en la primera jornada del Mundial de 2014, pero uno se ha alzado por encima de todos: Pau Gasol. El ala-pívot español, a sus 34 años, ha hecho hoy lo que lleva haciendo constantemente durante la última década con la selección nacional, siendo el principal referente de España en la contundente victoria contra la selección iraní. 33 puntos, 8 rebotes, 3 tapones y un 34 de valoración tienen la culpa.
El primer cuarto ya iba anunciando lo que sería el devenir del partido. Una Irán voluntariosa y que no se quería desenganchar en ningún momento del partido contra una de las máximas favoritas se agarraba a sus triples, el poco acierto de España desde esa misma distancia y una zona eficaz para no dejar escapar a su rival en el marcador. Sin embargo surgió la figura siempre imponente del nuevo interior de los Bulls, que acabó el primer cuarto con 12 puntos en apenas 7 minutos. El segundo cuarto hizo subir su estadística hasta los 17, mientras a su alrededor los triples empezaban a entrar y la anfitriona comenzaba a gustarse.
Sería ya en el tercer y el cuarto período cuando el catalán despegaría, subiendo un punto su intensidad, queriendo tocar más el balón para asistir a sus compañeros y sacándole faltas a todo el sufrido juego interior iraní. Descansando menos de lo que le hubiera tocado en circunstancias normales por las lesiones de Ibaka y Felipe Reyes se ocuparía de rentabilizar los 30 minutos que pasó en pista con una anotación que sentenció las posibilidades de los asiáticos y le hizo llevarse una merecidísima ovación cuando se sentó mediado el último cuarto.
Enorme, como siempre, Pau comienza su carrera por estar incluido en el mejor quinteto del torneo e incluso soñar con un posible MVP. Pero sabe que el objetivo aún está muy lejos. "Partido a partido" ha insistido antes de comenzar el Mundial. Se lo ha tomado a pecho.
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