En España nos hemos acostumbrado, merced a las grandísimas
actuaciones de ambos en la mejor Liga del Mundo, a los pivots hábiles de siete
pies. Los mayores de los hermanos Gasol, Pau y Marc, han representado el
prototipo de nuevo "center", con buena mano desde media distancia, gran
visión de juego y buena capacidad de desplazamiento para su estatura. Sin
embargo, este no fue el panorama durante mucho tiempo, pues en nuestro país no
abundaban los hombres altos, al menos a ese nivel de estatura, ni mucho menos
con las características mencionadas.
Fernando Romay rompió con el primero de estos dos
impedimentos. Con 14 años ya superaba los dos metros y se fue de su A Coruña
natal, donde había nacido el 23 de septiembre de 1959, a Madrid, para probar
con el Real. Aquel gigantón, lento y alejado de los estándares del jugador
español de por aquel entonces, tuvo que jugar con unas zapatillas prestadas y
con la punta recortada para que cupieran sus gigantescos pies. Según él mismo,
la prueba "fue un desastre", pero el Real Madrid lo incorporó a su
cantera y posteriormente al primer equipo, que ya estaba a los mandos de Lolo
Sainz tras la retirada de Pedro Ferrándiz a comienzos de la 76-77.
Sin embargo, su aportación durante los dos primeros años en los que
el Madrid siguió conquistando títulos (aunque perdió la Liga y la Copa del 78
contra el Barcelona) fue testimonial, y el club lo mandó cedido al Tempus
Madrid durante la 78-79. Allí cogería confianza y mejoraría sensiblemente sus
estadísticas, regresando al equipo en el que estaría 14 temporadas más, como
"techo nacional" y pívot de la selección española, con la que jugó
174 partidos siendo actualmente el décimo jugador con más internacionalidades
en muy selecta compañía.
El gallego completó un palmarés glorioso, plagado de títulos
tanto a nivel nacional como internacional y, aunque nunca tuvo grandes números
en el apartado anotador, sí que capturaba bastantes rebotes y fue en los
tapones donde destacó por encima de todos los demás. "El Altísimo",
como lo llama su biografía editada en 2013 a raíz de una anécdota con una
anciana a la que por despiste bendijo, era una auténtica torre que dominaba la
zona con aquellos brazos eternos.
Sólo durante su estancia en la ACB desde 1983, año en el
que comenzó la Liga, hasta su retirada en el 95, puso 677 tapones, lo cual
supone un promedio de 1,6 por encuentro. Pero los números son más
espectaculares aún en sus primeras temporadas: 79 en 25 encuentros en la 83-84
(3,16 por partido), 69 al año siguiente, 67 en la 85-86 y 82 en la 86-87, y así
con asiduidad hasta que la edad empezó a cobrarse su precio. El máximo
taponador de la historia de nuestra competición sólo sufrió 12 en contra, de
los cuales 4 fueron con el Real Madrid y concentrados en sus dos últimos años
de estancia en la casa blanca. Destacó también por las muchas faltas que hacía
(3,6 en el promedio de su carrera), en comparación con las pocas recibidas, si
bien aquí podría tener que ver la permisividad arbitral con aquellos que
golpeaban a un gigante entre niños.
Con 34 años, Romay, que llevaba toda su vida baloncestística
jugando en la capital, tomó un camino distinto al de un equipo en el que entonces
reinaba el todopoderoso Arvydas Sabonis. Su primer destino fue el OAR Ferrol,
mítico equipo gallego (y de la ciudad del que suscribe) que había dejado atrás
los grandes tiempos de gloria de Nate Davis, Manolito Aller y Anicet Lavodrama,
que ya no brillaban tanto en un equipo que descendería por cuestiones
económicas al final de temporada. Al año siguiente iría al Amway Zaragoza
donde, pese a jugar muchos minutos, ya no era más que la sombra de lo que fue.
Al final de temporada se retiró y Colomán Trabado, atleta leonés, le convenció
para jugar en Los Panteras de Madrid, equipo de fútbol americano en el cual
jugó "por hobby" y se alzó con otro título de Liga para añadir a su
palmarés. De esta manera. tras la breve aventura colgó las botas de todo
deporte definitivamente.
En el aspecto internacional, amén de las ya mencionadas 174
internacionalidades con España que lo sitúan como el décimo jugador que más
partidos ha disputado en la misma, destaca sobre todo la conquista de la plata
europea de Francia '83 y, sobre todo, la Olímpica de Los Ángeles '84, cuando el
conjunto de Antonio Díaz Miguel logró vencer a Australia y Yugoslavia en los
cruces previos a la final que disputó contra Estados Unidos, donde el equipo de
Jordan, Ewing o Alvin Robertson dirigido por Bobby Knight se impuso con
facilidad. Sin embargo, en aquel encuentro histórico para el baloncesto español
el pívot gallego le puso un tapón al que posteriormente sería considerado por
muchos como el mejor jugador del mundo: Michael Jordan. El 6 veces
campeón NBA, 5 veces MVP, 14 veces All Star y un año después de aquello Rookie del Año, se
comió una "chapa" de un Fernando Romay que contaba con 25 primaveras
por aquel entonces y que atesora aquel momento como uno de los mejores de su
carrera.
Pasó 16 años en el Real Madrid, solamente interrumpidos por la breve cesión en el
Tempus,. Centenares de tapones y de rebotes al servicio de un
equipo que vivió una gran época de éxitos, especialmente en sus primeros años,
y 174 internacionalidades en una selección que dio los mejores resultados a
España hasta la aparición de la actual generación de oro. Fernando Romay se
retiró como una auténtica leyenda del baloncesto patrio.
PALMARÉS:
- 7 Ligas
- 5 Copas del Rey
- 2 Copas de Europa
- 3 Recopas de Europa
- 1 Copa Korac
- 2 Copas Intercontinentales
- 1 Supercopa de España
- 4 Supercopas europeas
- 1 Copa Mundial de Clubes
- 1 Plata Europea
- 1 Plata Olímpica
- Máximo taponador de la Historia ACB
Publicar un comentario
Déjanos tu opinión sobre lo leído.