El Valencia forzó el quinto partido tras derrotar al Barcelona en el Palau Blaugrana. Los de Perasovic jugaron su mejor baloncesto y el trío Doellman, Sato y Lafayette fue demasiado para los hombres de Pascual, que estuvieron horribles de cara a canasta.
Foto via ACB |
El Palau Blaugrana no se llenó para apoyar a su equipo pero los azulgranas notarían el aliento de los suyos desde buen comienzo. Papanikolaou y Tomic comenzaban inspirados el partido y el Barça arrancaba dominando (10-8, min 4). Un puro espejismo. Los de Xavi Pascual iban a empezar a atascarse en ataque y el Valencia no lo desaprovecharía.
Valencia abre brecha
Lischuck en la pintura, Sato a media distancia y Doellman en versión killer empezaron a destrozar la defensa azulgrana y se fueron con una pequeña ventaja al término de los primeros diez minutos (16-20).
El ambiente se iba a caldear en el segundo cuarto con algunas decisiones arbitrales que enfadaron al Palau Blaugrana. El Barça perdió los papeles y se fue del partido. Marcelinho y Nachbar protestando, Tomic fallando tiros libres (12/22 el Barça al descanso) y Van Rossom aumentando la diferencia en el otro lado de la cancha.
El Barcelona estaba agarrotado, sin ideas, muy estático y buscando una reacción que no llegaba. La afición se desesperaba ante el desacierto ofensivo y la pasividad defensiva. Los de Perasovic seguían jugando a placer y se fueron al descanso con una buena renta (25-37).
El Palau se enciende y Valencia sentencia
Poco cambió la historia tras el descanso. Lucic y Lafayette desde el triple seguían fusilando a un Barça inoperante en ataque. Navarro y Lampe intentaban mantener a los azulgranas en el choque pero el Valencia estaba muy metido en ambos lados de la pista (34-49, min 25).
Los hombres de Xavi Pascual seguían irreconocibles y el Valencia iba a sentenciar justo antes de empezar el último cuarto con una exhibición desde el triple de Sato y Lafayette (41-61). Además, Papanikolaou perdía los papeles y le pitaban una técnica que encendía aún más al Palau.
El último cuarto iba a tener poca historia. Un Barça abatido mentalmente y un Valencia crecido que mantuvo la diferencia. Los azulgranas vivieron del tiro libre y estuvieron nefastos en tiros de campo. Además la defensa estuvo pasiva y permitió canastas fáciles.
Un arrebato final permitió a los azulgranas reducir la ventaja pero la remontada fue imposible. Habrá quinto partido. La Fonteta decidirá el rival del Madrid en la final.
Un arrebato final permitió a los azulgranas reducir la ventaja pero la remontada fue imposible. Habrá quinto partido. La Fonteta decidirá el rival del Madrid en la final.
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