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"Le tiré el refresco. Era muy rebelde. En ese momento me consideraba un racista. Básicamente estaba en contra de todos los blancos", explica Jordan.Al parecer, esta vena racista de su juventud vino dada por la notable presencia del grupo Ku Klux Klan en North Carolina, donde él vivía, siendo la raíz de un odio que fue difuminando conforme maduró como persona. Sin embargo, no desaprovechó la oportunidad de condenar el escándalo protagonizado por Donald Sterling, dueño de los Clippers.
"Como ex jugador, estoy indignado. No hay sitio en la NBA, ni en ninguna otra parte, para este tipo de racismo y odio que el Sr. Sterling supuestamente ha expresado. Estoy en shock por el hecho de que este tipo de ignorancia aún exista en nuestro país y en los niveles más altos de nuestro deporte. En una liga donde la mayoría de jugadores son afroamericanos, no podemos ni debemos tolerar discriminación a ningún nivel", sentenciaba en un comunicado.
Declaraciones via tubasket.com
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