Pese a los incesantes embistes de los maños, nada fue suficiente para dejar de estar a remolque y amenazar la hegemonía de un Baskonia superior, que sacando a relucir una solidez y una cohesión diferencial, tomaron el control sin dar opción a un CAI Zaragoza que le faltó acierto y regularidad para mantenerse competitivos y evitar perder una sexta plaza que cae en manos de los de Scariolo.
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En los locales, destacaron Joseph Jones (18 puntos, 8 rebotes) y Viktor Sanikidze (16 puntos, 7 rebotes, 26 valoración), mientras que en el bando ganador sobresalieron Andrés Nocioni (17 puntos, 9 rebotes), Tibor Pleiss (12 puntos, 9 rebotes) y un Thomas Heurtel (11 puntos, 6 asistencias) que llevó la batuta a la perfección.
Los visitantes toman la iniciativa
Aunque el CAI quería mostrar los dientes desde atrás, era el Laboral Kutxa quien hacia gala no solo de un férreo nivel atrás sino de una efectividad en ataque que les permitía llevar la iniciativa ante el apagón rival. Pero por mucho que los locales lo intentaban, las continuas acometidas de un Nocioni intratable les ponía cuesta arriba el encuentro ya desde el inicio. Sin embargo, de la mano de un Jones pletórico los zaragozanos despertaban en cuestión de minutos dejando abierta la contienda al término del primer período aun con la irrupción final de San Emeterio. (18-24)
El CAI avisa, pero no materializa
Fue entonces cuando el talento individual y sobre todo el acierto volvieron a aparecer en los chicos de Abós para darle la vuelta al luminoso en un visto y no visto en detrimento de un Baskonia sorprendido, pero que se encomendaba a Caseur para mantenerles a raya. Pero volverían los altibajos, ya que en inmersos en un intercambio de golpes sería Pleiss bien secundado por Nocioni los que aprovecharían la bajada de ritmo para volver a marcar el territorio y contrarrestar las ofensivas de Tabu una vez llegábamos al descanso. (42-50)
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El Laboral Kutxa da un golpe sobre la mesa
El partido se embarraba a la salida de los vestuarios, y es que una vez ralentizado el compás, la intensidad y la tensión aumentaban con el paso de los minutos. La tónica permanecía intacta y aunque los visitantes seguían el mismo patrón de juego con Pleiss y Nocioni como quebraderos de cabeza, eran Jones y Sanikizde quienes mantenían a los suyos en vereda ante la creciente energía del envite. La consistencia se erigía diferencial, y era ahí donde los vitorianos se mostraban sólidos e impasibles, sacando partido de las imprecisiones rivales para poner tierra de por medio con 10 minutos por jugarse. (58-74)
Baskonia no da opción y sentencia
Pese a los destellos ofensivos de la escuadra rojilla, los baskonistas llevaban la manija de un encuentro que aun sin conseguir sentenciar daban sensación de control. Desde San Emeterio a Hanga, la diversidad vasca mantenía la compostura frente a los intenros del adversario en pisar el acelerador. Si bien Sanikidze tiraba del carro junto a Tabu y Stefansson para sobrevivir, continuaban en un constante "quiero y no puedo" que no conseguía impedir la derrota. (72-88)
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