Tras las finales disputadas por los Spurs el pasado año, las edades de los tres pilares del equipo no invitan al optimismo, pero el talento no envejece y San Antonio sigue arriba.
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La pasada semana Duncan, Parker y Ginóbili eran noticia por conseguir su victoria número 491 jugando juntos; lo que les colocaba como primeros de la conferencia Oeste pero, además, les daba un privilegio histórico, pues se situaban como el segundo trío con más victorias de toda la historia de la NBA, por detrás del Magic Johnson, Kareem Abdul-Jabbar y Michael Cooper, que cuentan con 540 victorias en su haber. Un hito que dice mucho del talento, la seriedad y la fidelidad de tres jugadores que siguen en lo más alto a pesar de tener 37, 31 y 36 años respectivamente. Nos invade la admiración y la preocupación a partes iguales. ¿Será éste el último año para el trío de los Spurs?
La friolera de 3 anillos de campeón ha conseguido el triángulo al que Gregg Popovich ha conseguido que agarre con fuerza el éxito y, que, hasta el día de hoy, no se haya soltado de él, pues sería un error pensar que los Spurs no darán guerra en Playoffs. Si bien éstos jugadores de los que hablamos son las vertebras de los de negro y blanco, sus espaldas las guardan jugadores de la talla de Belinelli, Green, Kawhi Leonard o Patrick Mills, pero lo cierto es que ninguno podría sustituir a tres jugadores únicos por su talento, su clase y su perenne triunfo. Sin acaparar los focos, sin desplegar demasiado espectáculo, simplemente haciendo su trabajo de una manera seria y efectiva. Tras los Lakers, la franquicia que más veces ha conseguido el venerado dorado en la pasada década.
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Pero no todo es oro para Gregg Popovich. Pues, a pesar de, hasta ahora, estar callando a los más críticos con baloncesto y victorias, se duda de ellos para los futuros Playoffs. La actitud dubitativa de los seguidores de la liga no se centran en la posible guerra que seguramente darán éstos, sino de lo lejos que llegarán, pues las 4 finales disputadas por San Antonio desde el año 2001 quedan cada vez más lejos. La veteranía que ha hecho más admirables aún a los Spurs en los últimos años se está volviendo en su contra. Las prestaciones de los líderes se van reduciendo con el paso del tiempo, dejando paso a Oklahoma City Thunder o Los Ángeles Clippers.
Podemos pensar que, para luchar ante los Thunder en unas hipotéticas finales de conferencia, a San Antonio les faltaría algo de frescura para hacer que la balanza se torciera a su favor, pero Popovich está haciendo todo lo posible por darle descanso a los líderes de su equipo, lo cual en los últimos años ha ido aumentando y acarreándole alguna que otra sanción por parte de la NBA. Ninguno de éstos 3 disputa más de 31 minutos por partido (Parker 30,3 minutos, Duncan 29,3 minutos y Ginóbili 23 minutos) lo cual les ayuda a la hora de estar preparados físicamente para disputar partidos intensos con rivales a temer.
Por si fuera poco, los recambios fiables para Tony Parker y Manu Ginóbili se hacen visibles cada vez más. Patty Mills ha dado un paso adelante y sus minutos, rendimiento y números han incrementado (9,9 puntos, 1,8 asistencias y 2 rebotes en 18,4 minutos por partido) y para cubrir las espaldas del argentino se cuenta con Marco Belinelli y Danny Green, dos tiradores letales para un equipo con una filosofía bien arraigada en sus filas. Todos tienen su función, pero por el que más se teme es precisamente por el más veterano. Tim Duncan es, posiblemente, el mejor ala-pívot de toda la historia, lo cual hace casi imposible la tarea de encontrarle un sustituto que en un futuro pueda jugar a su nivel.
En conclusión podemos decir que la elegancia y el talento del triángulo que ha hecho grande a San Antonio tiene, al menos, un año más de baloncesto. El futuro ya traerá las respuestas a todos los interrogantes que se puedan presentar respecto a ellos, por ahora sólo nos queda disfrutar de un equipo admirable.
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