Ésta tarde a partir de las 19:10 el Real Madrid se enfrentará al CAI Zaragoza en el Martín Carpena de Málaga, jugándose el paso a la final de la Copa del Rey.
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Una vez más, el baloncesto nos presenta un duelo con historia, en el que un equipo aparentemente más pequeño tendrá que tirar de épica para conseguir tirar al gigante. Los de Abós no tienen nada que perder y mucho que ganar; una ciudad entera les apoya en éste gran año en el que han entrado en la historia (es la segunda vez en su historia en la que disputan la Copa y han conseguido meterse en semifinales contra pronóstico). Está claro que el gran Real Madrid, que se está coronando como el mejor equipo de Europa, es el gran favorito, pero, ¿por qué no soñar?
Laso y sus chicos no se han dejado engañar por el favoritismo en lo que llevamos de temporada. Siempre se han mantenido sólidos y sólo han tenido un desliz. El vitoriano ha conseguido inducir a sus jugadores un carácter ganador que parece no relajarse nunca. En cambio, en Zaragoza, con un presupuesto mucho más bajo, se ha apostado por dos georgianos para soñar, porque ese es el verbo que más se utiliza entre los caístas. Si un equipo se lo ha puesto difícil a éste Madrid, ese fue el CAI Zaragoza. En la capital de Aragón, el conjunto madrileño se llevó el partido con resultado final de 68-75; habiendo el CAI cortado su veloz juego y plantándole cara con mucha garra e intensidad.
El objetivo de los zaragozanos es repetir ese partido. Tratar que el Madrid no haga lo suyo. Ponerles todas las barreras posibles para que no puedan desplegar ese juego que nos tiene a todos boquiabiertos. Además, han de encomendarse en los dos georgianos ya mencionados (Shermadini y Sanikidze), Llompart y Rudez que se tendrán que enfrentar a la profundidad de los madrileños y plantarle cara a los correosos Rudy Fernández/Jaycee Carroll, Ioannis Bouroussis, Sergio "Chacho" Rodríguez/Sergio Llull y a Nikola Mirotic.
Nada que perder y mucho que ganar el CAI, todo lo contrario el Real Madrid, que se juega seguir adelante en una Copa que parece tener un color blanco merengue, aunque cabe decir que sería un gran error darles ya como campeones. En ésta competición todo puede pasar y, si el CAI consigue hacer su trabajo; ¿por qué no SOÑAR? La importancia de ésta competición para los caístas la podemos resumir con un dato: Michael Roll forzará para jugar éste encuentro. En Zaragoza quieren forjar un nuevo presente más glorioso que todo tiempo pasado. Será un duelo David contra Goliat que, de caer el gigante, sería histórico.
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