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jueves, 12 de septiembre de 2013

España desaparece en el último cuarto y revive a Grecia (79-75)

Llegaba Grecia al partido contra España con una necesidad imperiosa de conseguir la victoria. España, con más tranquilidad, tenía la posibilidad de sentenciar a un rival directo. 
Sin embargo, Grecia seguirá siendo un rival, y, además, de los de tener en cuenta. 
foto: ACB.com
El partido presentó altibajos en los tres primeros cuartos. España también, dependiendo de si estaba o no Marc Gasol (20 puntos) en pista. Rudy (20 puntos) fue el jugador español más regular, salvo en un último cuarto espantoso para todos, donde Grecia fue superior y supo jugar mejor los últimos minutos, con Spanoulis (20 puntos), como no, de capitán general. 

Al inicio del partido, Grecia, que necesitaba una victoria, no pareció querer ir a por ella. O al menos, España defendió bien, y atacó mejor. 
Fue un gran primer cuarto. La selección española saltó a la cancha con muchas ganas y respeto al rival que tenían enfrente. Una Grecia en situación delicada, pero con extraordinarios jugadores, Spanoulis a la cabeza.
Sin embargo, el que brilló primero fue uno de menor nombre, un novato en este tipo de campeonatos. Pablo Aguilar, que se ha hecho ya con la titularidad en la selección, alegró en inicio español, triple incluido. Así, los nuestros se adjudicaban las primeras diferencias (5-10 min 4). 
La selección helena, de la mano de Papanikolau, no tardó en reaccionar (13-17, min 7), y, a continuación, nueva arremetida roja, de manera conjunta, para colocar el +10 en el marcador. 
Sin embargo, al final del primer cuarto llegó la peor noticia para España, que condicionaría todo el segundo acto: la tercera falta personal, rigurosa además, de Marc Gasol, al que Orenga había mantenido en pista.
Porque España sufrió de lo lindo sin el mediano de los Gasol en pista. Xavi Rey, Aguilar, Claver y compañía perdieron la batalla en rebotes durante el segundo cuarto, tiempo en el que Grecia afinó su puntería, Spanoulis apareció y España naufragó en defensa. El parcial de 25-12 lo dice todo.
A pesar de ello, los griegos tardaron en dar la vuelta al marcador. Víctor Claver, bastante más atinado que otros días, impedía, por el momento, la remontada, junto a Rudy Fernández, que se echaba el equipo a la espalda (29-34 min 16).
Sin embargo, fue en el último tramo del segundo cuarto donde España notó verdaderamente la ausencia de Marc Gasol: Bourousis y Kaimakoglou se hacían fuertes en la zona, y Spanoulis atacaba sin piedad la defensa, tímida y mal colocada, de España, que se fue tres abajo a los vestuarios (41-38)
foto: Marca.com

El tiempo de descanso pareció sentar bien a la selección, ya que el tercer cuarto fue radicalmente distinto al segundo.
Fue un cuarto de galones, de responsabilidades. España mejoró de manera global en defensa, anulando principalmente la aportación de Spanoulis. Y en ataque, reapareció Marc. Con él, los rebotes y el dentro-fuera que tanto gusta a Orenga. Por fuera, precisamente, los balones pasaban por Rudy, muy enchufado. Claver era el comodín, y aportaba tanto en defensa y en ataque. Así, el equipo mejoró, y volvió a mandar en el marcador. Solo Printezis hizo pasar apuros a la selección, que incluso se gustaba, y que se fue 52-60 al último periodo.

Éste lo inauguró Rudy con un triple. No obstante, Grecia no estaba incómoda con una pequeña desventaja. España también parecía acordar esa distancia de 4-5 puntos. Ambos equipos se vigilaban el uno al otro, y cada ataque empezaba a resultar determinante.
Y en estas situaciones, el que mejor se maneja es Spanoulis, que con cinco puntos consecutivos conseguía colocar a Grecia por delante (62-61 min 35).
Además del genio heleno, Grecia apretó en defensa, consciente de la importancia vital de una victoria. España se atascó y se quedó sin ideas, salvo alguna jugada aislada. Además, los árbitros eliminaban a Claver por cinco faltas, para asombro del banquillo español. La tensión se desbordaba (70-66 min 37)
Fruto de ella, probablemente, Ricky Rubio falló dos ataques consecutivos. Mientras, Sergio Rodriguez, un experto en finales de partido, estaba en el banquillo, y Calderón no aparecía.
El que sí lo hizo fue Bramos, que noqueaba a España con un triple a un minuto del final (75-68 min 39), ya que, a pesar de las canastas de Calderon y Mumbrú, Spanoulis sentenció desde la personal (79-75)

Próximo partido: España-Finlandia, sábado 17:45

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