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jueves, 11 de julio de 2013

El hijo pródigo de la 'Ciudad del Viento'

El 15 de marzo de 1995, nació en el seno de una familia del sur de Chicago un jugador que más tarde sería considerado una de las mayores esperanzas del baloncesto mundial. Aunque bien es cierto que las comparaciones son odiosas, en su día se habló de un fenómeno comparable con el de LeBron James durante su época en el instituto. Pese a que quizá ya lo hayan adivinado dada la repercusión que ha tenido, estoy hablando de Jabari Parker.

A pesar de contar con un cuerpo y un físico impropio para un chico de su edad (mide 2’05m y pesa alrededor de 100kg) Parker reúne la capacidad de manejo de balón de un base, un lanzamiento exterior más que notable y la contundencia y potencia física de un “center”. Un auténtico multiusos sobre el parquet, ya que no sería descabellado decir que ‘polivalente’ se le queda corto. Con un IQ baloncestístico envidiable, es posiblemente el jugador más completo de su generación. Notable tiro exterior, hace gala de un sinfín de recursos ofensivos que le convierten en una amenaza permanente para la defensa, quien ve además como su rival echa mano de su visión de juego para involucrar a sus compañeros. Habiendo dicho todo esto, cuesta creer que a su edad pueda reflejar una madurez en cancha digna de admirar, ya que lejos de toda realidad, no es ni mucho menos un jugador egoísta  Pero  si hubiera que definir a Jabari con una sola palabra, sería ganador. Es el hecho de que su juego no tenga límite el que muchos vieran en el la próxima estrella del baloncesto mundial.

Pero si algo ha caracterizado a Jabari Parker durante toda su vida ha sido su ferviente convicción religiosa, dado que cabe destacar que Parker es mormón, algo poco común en la comunidad afroamericana.  Desde su infancia, la religión ha formado una parte muy importante de su vida. Creció en un barrio conflictivo al sur de Chicago, pero fue en la iglesia mormona de Hyde Park donde encontró su verdadero hogar. Fue allí donde empezó a demostrar sus dotes para el baloncesto, porque el lugar contaba con una pista de baloncesto donde el joven Parker pasaba día y noche.

Un día, Parker decidió ir a ver un partido del que era por aquel entonces la gran estrella del prestigioso instituto Simeon, Derrick Rose. Fue entonces cuando Jabari supo que quería estar a las órdenes del célebre Dean Smith cuando entrara en el instituto. Aquel encuentro al que asistió el joven Parker acabaría siendo un punto de inflexión en su vida.

A partir de ahí, todo fue sobre ruedas para el prometedor alero mormón. Se convirtió en la mano derecha de Dean Smith y junto llevaron al instituto Simeon a conseguir tres títulos estatales de manera consecutiva. Gracias a su gran ética de trabajo, Jabari siguió mejorando en todos los aspectos del juego. Su gran rendimiento desde su temporada “sophomore” no había pasado desapercibido en los medios y ya muchos lo colocaban entre los mejores jugadores de su generación.

Pero fue en su temporada junior cuando todo el potencial de Parker salió a la luz. Se había erigido ya como líder de su equipo, un jugador que podía aportar de manera sobresaliente en todos los aspectos del juego, un jugador total. Tanto fue así, que aun siendo “junior” fue elegido en el mejor quinteto de la nación por  SLAM Magazine. Pero fue su aparición en la portada de  la prestigiosa revista “Sports Illustrated” la que le catapultó al estrellato.


"La inteligencia baloncestística del chico es mayor que la que tenía LeBron a su edad. Es perfectamente capaz de dominar un partido sin anotar un solo punto. No le importa meter una canasta o 25 si los suyos ganan. Y no he visto a nadie con esas ansias de victoria a su edad. Como Jabari Parker sólo hay un jugador por generación" afirmaba Daniel Poneman, de Five-Star Basketball.
En su último año de instituto, se empezó a hablar mucho sobre el futuro del jovencísimo alero. Parker se enfrentaba ante una de las decisiones más importantes de su vida. Como muchos sabréis, los mormones se ven obligados a realizar una misión durante  dos años de su vida, en los que cuales no se puede ejercer una profesión. Por ello, Parker se encontraba entre la espada y la pared, debía decidir entre la fe y el baloncesto. En vez de ello, Jabari tomaría una decisión que independientemente de no resultar contundente hacia esto, empezaba a dar pistas sobre la respuesta final, debido a que entre todos los focos, Jabari Parker elegiría finalmente que asistiría el año siguiente a la universidad de Duke, estando así a las órdenes de ‘Coach K’.
"Realmente, aún no lo sabe en este momento. Queda mucho por recorrer. Tiene que terminar su último año y acaba de elegir la universidad a la que asistirá el año que vien ", dijo Sonny Parker. "Ha pensado en ello, pero no ha tomado una decisión... Él sigue siendo parte de la iglesia. Eso nunca va a cambiar. “
Con un peso menos de encima, Jabari Parker volvió a concentrarse por activa y por pasiva al baloncesto. Tras sobreponerse de sus problemas físicos que le hicieron incluso ganar peso, no defraudó sobre la cancha liderando a Simeon hacia otro título estatal. Pero era nada más finalizar la temporada regular cuando se avecinaba el plato fuerte, ya que con la llegada de los prestigiosos McDonald’s All-American, Jordan Brand Classic Game y Nike Hoop Summit, las miradas volvían a estar puestas en Jabari.

Independientemente de que hacía tiempo desde que se le había desbancado como mejor jugador del país, puesto en el que se había consagrado Andrew Wiggins, Parker se asentaba en el TOP 5. Hablar de la Class del 2013 era hablar de una de las mejores generaciones que había dado el baloncesto en los últimos años. Wiggins, Randle, Aaron Gordon, los gemelos Harrison, Chris Walker, Kasey Hill, Wayne Selden, Noah Vonleh, Dakari Johnson, Keith Frazier y así podríamos continuar durante una retahíla indefinida de horas. Nombres que puede que ahora no se hayan hecho eco entre el aficionado del baloncesto, pero que sí pueden dar mucho que hablar en un futuro muy cercano.

Como no podía ser de otra manera, y a pesar de la naturaleza de este tipo de encuentros (no dejan de ser amistosos que sacan a la luz el talento y poderío físico de los ‘prospects’) Jabari Parker cuajó un notable final de temporada que ponía fin a su periplo en ‘high school’.


De ahora en adelante, Jabari Parker era un ‘Blue Devil’. Predestinado para el éxito, son muchas las expectativas puestas en el joven mormón, quien ve en Duke y en su nuevo mentor, Mike Krzyzewski, los pilares para su desarrollo tanto como jugador como persona. El futuro es un país extraño como quien dice, y aunque Parker cuente con todo lo necesario para triunfar, lo más complicado está por llegar.

Como bien reza un conocido dicho mormón, 'muchos son llamados...y pocos los escogidos'.


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*Declaraciones vía MARCA.com & Dukechronicle.com

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