Tony Parker volvió a ser, una vez más, el mejor en San Antonio y permitió a los de Popovich llevarse el primer asalto de la final con un último cuarto de escándalo (12 de sus 21 puntos). Los de Spoelstra estuvieron todo el partido por delante pero el buen hacer del francés y de Duncan (20 puntos y 14 rebotes) dieron la vuelta al choque. El triple doble sobrehumano de Lebron (18+18+10) y los 17 de Wade fueron insuficientes para empatar el choque. 92-88 y 1-0 para los Spurs.
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| Foto: nba.com |
En ningún momento de la primera mitad parecía que San Antonio se sintiera cómodo ante un abarrotado America Airlines Arena. Duncan comenzaba con un 0 de 5 y la defensa de Bosh le dejaba flotar. Dos faltas y al banquillo en ocho minutos. Parker no acababa de encontrar el "feeling" con la pista y tan solo el espíritu de Leonard y el acierto de Green mantenían a los de Popovich cerca en el marcador.
En Miami todo fluía a la perfección, y eso que Bosh estaba ausente y Wade no podía superar la defensa de Green. Lebron se encargaba de liderar al equipo en todas las facetas y de forma insultante una vez más. Las fuerzas igualadas del primer cuarto (23-24), empezaban a diferenciarse en el segundo, cuando los de Spoelstra acribillaban desde la línea exterior a los Spurs con un Miller de nuevo efectivo y un Allen que demostraba querer ganar su segundo anillo. Norris Cole se unía al festival anotador y los Heat abrían brecha con un 29-38 que obligaba a Popovich a parar el choque.
Volvía Duncan y volvían los Spurs. El 21 de Texas se convertía en una pesadilla para Bosh, que sumaba su tercera falta y regresaba al banquillo. Andersen salía para frenar a alguien tocado por el orgullo tras un 0 de 5. Empezaba a sumar y a meter de nuevo en el partido a Spurs. A partir de ahí empezaba un duelo con Wade. "Flash" cogía las riendas del equipo en el primer descanso de Lebron y se enfilaba hasta los 11 puntos con canastas rectificadas en el aire espectaculares. La mejor versión del 3 aparecía en Florida.
Leonard y Green seguían siendo importantes y Gary Neal abusaba del tiro hasta ser cambiado por Popovich. Lebron imponía su fuerza y la primera mitad se terminaba con una canasta de Duncan espectacular. 52-49 y todo por decidirse.
DATOS al descanso: Lebron se iba al descanso con números de escándalo: 10 puntos, 8 rebotes y 5 asistencias (superando a Magic Johnson en la lista de anotadores en Playoffs. 11º ya). Duncan, tras el 0 de 5 inicial, se iba con 12 puntos, 9 rebotes, 3 asistencias y 2 tapones. Sorprendían los 0 rebotes de Splitter. Solo 4 pérdidas en todo el partido (dos por equipo). 19 puntos para el banquillo de Miami, 10 para el de Spurs. 50% TC Miami; 43% TC Spurs.
La segunda mitad iba a seguir el mismo guión. Los Spurs siempre por delante en el marcador y Lebron James marcando el tempo del partido. Pese a la buena defensa de Leonard, el MVP imprimía su fuerza en el poste y no fallaba. Parecía que los de Spoelstra abrían brecha con un 51-58 nada más comenzar la segunda mitad, pero los fundamentos de Duncan en la pintura impedían que se marcharan. Los Heat perdían los mismos en seis minutos que en toda la primera mitad y Ginóbili devolvía la igualdad al marcador (61-63). Era el momento de Chalmers y Ray Allen, que con dos triples consecutivos volvían a distanciar a los actuales campeones. Haslem, desde media distancia, tampoco perdonaba. Tan solo Ginóbili parecía aguantar el tipo por parte de los texanos.
El tercer cuarto terminaría con 69-72, con un Bosh muy dubitativo, un Leonard errático desde el exterior y un Wade que se iba hasta los 17 puntos con canastas brillantes. La antesala del último cuarto era la esperada. Igualdad, emoción y muchos nervios. Los errores no perdonaban.
En los momentos decisivos, las estrellas demuestran su calidad. Eso fue lo que Tony Parker decidió hacer, asumiendo el rol de líder y encabezando a los Spurs a darle la vuelta al marcador (81-78, min 41). Con Duncan en el banquillo, Splitter aportaba en la pintura y Leonard se mostraba agresivo en las penetraciones. Para los Heat, Bosh y Andersen despertaban y mantenían vivos a los suyos.
Sin embargo, los últimos siete minutos eran para las estrellas. Y ahí estaba de nuevo Tony Parker, que hizo gala de su talento para volver loca a la defensa de Miami. Con un Duncan infalible desde la línea de tiro libre, los errores de Bosh impedían acercar a Miami en el marcador y Lebron hacía lo imposible para llevar el partido a la prórroga. Parker, a falta de cinco segundos, anotaba una canasta a tabla casi imposible que sentenciaba el choque.
El primer asalto se lo llevó San Antonio gracias a un estelar Parker, un eterno Duncan y un Leonard que frenó relativamente a Lebron. El domingo, segundo asalto.
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