El comienzo de una nueva era en Houston

Los tiempos de Yao Ming, de Tracy McGrady, de Mutombo en Texas ya acabaron. Ahora  la franquicia de Daryl Morey sólo piensa en crecer y llegar lejos.

Foto: wakpaper.com

Los de Kevin McHale son, a día de hoy, una de las franquicias más prometedoras de la NBA. Lideradas por un James Harden que está dejando claro que está más que preparado para ser jugador franquicia y liderar a un proyecto de futuro. 

Todo comenzó en el verano de 2011. Con la llegada de McHale todo cambió en Houston. Los Rockets querían ser una gran franquicia y para ello comenzaron un proyecto que, el año después acabó. 

Tras la marcha de sus jugadores (ya leyendas) Yao Ming y T-Mac los Rockets comenzaban un proceso de reconstrucción de la mano del ex jugador de los Kings Kevin Martin y del argentino Luis Scola. En el draft de 2011 consiguieron hacerse con dos jugadores de los que uno de ellos forma parte de los actuales planes Rockets; Chandler Parsons.

Finalmente, la temporada 2011-2012 fue una temporada de transición ya que sus jugadores referencia estaban demasiado solos y no consiguieron meterse en Playoffs. En el verano de 2012 todo cambió.

Scola fue amnistiado y firmó por los Suns de Arizona y un nuevo proyecto dio comienzo en Houston.

El verano en Oklahoma estaba algo turbio. Los rumores sobre su 6º hombre crecían y los rumores decían que pedía un incremento en su contrato. Finalmente, Daryl Morey supo sacar tajada de aquello y traspasó a Kevin Martin (y al escolta ex de U-Conn que consiguieron en el draft de 2012 Jeremy Lamb) por James Harden
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En Nueva York, con la llegada de Mike Woodson, los nuevos aires llegaban. Habían firmado a Jason Kidd y se hablaba de que Woody lo quería como maestro de Jeremy Lin. Finalmente, éste acabó en Houston ya que los Knicks no quisieron igualar la generosa oferta que hicieron los Rockets.

A Omer Asik le ofrecieron un suculento contrato (superior a los 8 millones cuando el turco en los Bulls no llegaba a los 2) que los Bulls no quisieron igualar y finalmente acabó firmando por los texanos.

Los Rockets ya tenían su particular "big three", pero la cosa no acababa ahí. Se hicieron con otros jugadores como el argentino Carlos Delfino y con el ex Knick Toney Douglas.

Foto: grantland.com

Actualmente, los Rockets están en puestos de Playoffs (7ºs en la conferencia Oeste) y son el equipo de la NBA que menor tasa salarial tiene (poco más de 51 millones de dólares). A mi parecer, Darel Morey es el mejor GM de la NBA a día de hoy. Ha sabido crear un equipo de futuro pero con presente que pueda intentar hacer algo grande pero barato y creo que el traspaso de James Harden ha sido el mayor acierto del verano ya que está rindiendo a un nivel que nadie esperaba y declarándose con su juego uno de los mejores anotadores de la liga. También hay que destacar a Omer Asik que, a pesar de que casi nadie confiara en él (y sobre todo en el salario que se le paga) está dejándonos claros merecer ese contrato y es el tercer máximo reboteador de la NBA.

En enero se hacían con uno de los ala-pívots más prometedores de la liga; Thomas Robinson.

Estos Rockets juegan un Run & gun que les hace ser el equipo que más anota de la liga (106,2 puntos por partido) y en el juego estático anotan muchos triples ya que tienen a grandes tiradores como Carlos Delfino, Chandler Parsons, James Harden y/o Jeremy Lin.

A mi parecer, este equipo podría darle mucha guerra (si todo funciona bien) en esta década a los Thunder en el oeste ya que creo que es uno de los equipos con mejor futuro de la liga. 

Quizás Jeremy Lin debe crecer más como base puro  para que estos Rockets lleguen lejos, por lo demás, estos Rockets pintan bien.