Los Heat visitaban el Madison como mejor equipo del Este, con la intención de dejar las cosas claras y ratificar la hegemonía de Lebron y compañía. Carmelo y los Knicks esperaban ansiosos recibir a los campeones y dar un puñetazo encima la mesa y presentar formalmente la candidatura al anillo. Hasta que Lebron quiso demostrar quién es el mejor, Nueva York soñó con la victoria. Al final, 99-93 para los Heat de Lebron, Wade y Bosh.
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Miami empezaba el partido liderando el choque y con un acertado Bosh. Battier era un fusilador desde la línea de tres y Carmelo se mostraba infalible desde la línea de tiros libres. Sin embargo, el segundo cuarto fue una exhibición de los Knicks gracias a los triples de Kidd (4/5) y Smith (13 puntos). Al descanso, los Knicks se iban de 14 (45-59).
A partir de ahí, Lebron James quiso demostrar que es el mejor, que quiere marcar una época y se echó el equipo a las espaldas. Reboteó (11 veces), asistió (7), recuperó (3) y anotó en los momentos decisivos (29). Él fue el verdadero héroe de una remontada que se gestó poco a poco, con una defensa de Battier increíble y un Lebron que secó a Carmelo. Bosh, en los instantes finales, no falló y Wade aprovechó la superioridad al poste para superar a Kidd.
Miami ganó y dejó las cosas claras. En el Este no tienen rival.