Inmersos en una crisis de juego importante y de derrotas, el Caja Laboral se ha impuesto en el Palau Blaugrana a un Barcelona que venía de una racha impecable de 14 victorias consecutivas. Los de Tabak han llevado el ritmo del partido sin discusión y, pese al intento de los de Pascual en el último cuarto para remontar, han mantenido la sangre fría y Lampe y Bjelica han acertado en los momentos decisivos. El Barça, sin Navarro, muy limitado en ataque. Victoria de los vitorianos 67-69 y aseguran casi la segunda plaza en la Liga.
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| Foto: fcbarcelona.cat |
El inicio de partido ha estado marcado por continuos errores de ambos equipos, que notaban el cansancio de los partidos de Euroliga y no acababan de atacar con cabeza. Las defensas, bien ajustadas, hacían que el marcador en el primer cuarto fuese pobre (14-14).
El respeto que ambos equipos se tienen se iba perdiendo a medida que avanzaba el choque. Nocioni y Causseur empezaban a tomar las riendas de los vitorianos y solo Mickael, en los azulgranas, mantenía la diferencia antes del descanso (27-28).
Tras el descanso, los de Xavi Pascual se contagiaron de un ambiente frío en el feudo culé y la defensa permitía tiros a media distancia fáciles. El Baskonia jugaba con comodidad y se escapaba en el marcador (31-40, minuto 23). El orgullo de Mickael no era suficiente para reducir una diferencia que parecía insalvable nada más empezar el último cuarto (42-52).
Un equipo que parecía estar muerto y sin ideas, reflotó gracias a Jasikevicius y, en un minuto y medio, se puso a 2 con un parcial de 8-0 gracias a los triples del lituano y Wallace (50-52, minuto 32). Sin embargo, un Nocioni estelar (terminó con 12 puntos) y un Causseur infalible (18 puntos), volvían a separar a los de Tabak del marcador. Tomic, en una mala jornada para él, se quedó en nueve puntos. Marcelinho se puso el mono de trabajo y con dos triples volvía a poner emoción en el marcador (60-65, minuto 37). Pero ahí aparecieron Lampe (16 puntos) y Bjelica (9 puntos y 13 rebotes, 24 de valoración) para dominar la pintura y capturar los rebotes ofensivos para hundir a un equipo que lo intentó pero no pudo y volvió a perder en el Palau (67-69).
