Earl Rowland, con un total de 30 puntos, lideró la victoria del VEF Riga ante un Bilbao Basket que mostró su peor cara en la tarde de hoy. El jugador local pasó por encima de sus rivales con claridad, anotando desde todas las posiciones y dirigiendo con inteligencia a los suyos, en lo que supuso la segunda derrota del conjunto vasco en la presente fase de la Eurocup. Vasileiadis, con 20 puntos, fue el mejor de los visitantes.
Foto: Eurocup |
El partido empezaba bien para el VEF Riga, que anotaba fácilmente en sus primeras acciones ofensivas, aprovechando el acierto en el lanzamiento exterior por medio del cual mandaba en el marcador. El Bilbao entraba poco a poco en el partido, con un movimiento de balón poco fluido, dependiendo en ataque de Mumbrú y de los hombres interiores. Los vascos no tenían un buen día en el lanzamiento, al contrario que su rival, que contrarrestaba las canastas visitantes con lanzamientos triples que dejaban el marcador en 25-21 al finalizar los primeros 10 minutos, tras una última canasta de Rowland sobre la bocina para los locales.
El VEF mantenía un buen nivel ofensivo durante el comienzo del segundo periodo, mandando con cierta comodidad, aunque el Bilbao, por medio de Grimau, se mantenía cerca. El jugador catalán lograba anotar desde debajo del aro, haciendo mucho daño a su defensor, aunque las contestaciones eran inmediatas por parte del equipo local, que gracias a Zavackas y a Rowland se mantenía por delante. Vasileidadis también se mostraba acertado, pero la floja defensa de los hombres de negro, hoy de blanco, condenaba al equipo a marcharse al descanso por detrás en el marcador, 50-44.
El Bilbao entraba más concentrado al tercer cuarto, y con varias acciones consecutivas de Hamilton, Zisis y Mumbrú, lograba igualar el choque, aunque acto seguido, el equipo local le devolvía el parcial a los vascos volviendo a tomar ventaja. Rowland empezaba a convertirse en una pesadilla para los bases visitantes, ya que con su dirección de juego y sus puntos lograba distanciar al VEF, alcanzando los 10 de ventaja tras un nuevo triple del conjunto local. El Bilbao, lejos de reducir diferencias, veía como el propio Rowland cerraba el periodo con un triple sobre la bocina que dejaba el marcador en 75-61.
El VEF aumentaba la diferencia en el arranque del último cuarto, gracias una vez más al talento y a la calidad de Rowland, que estaba brillando notablemente ante un Bilbao muy perdido tanto en defensa como en ataque. El equipo vasco no tenía ideas y apenas inquietaba a un VEF que jugaba fácil, con buenas posiciones de tiro y con un acierto excelente, lo que ayudaba a los locales a ir sentenciando el choque poco a poco. La recta final fue un trámite, con el VEF controlando y anotando con sencillez y con el Bilbao deseando que sonase la bocina, en un partido muy flojo del equipo visitante. Finalmente, el partido terminaba con un marcador de 99-76 en lo que fue un encuentro dominado por el equipo local desde el principio, con Rowland como jugador más decisivo.
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