Del sueño al infierno:
Tras la exitosa temporada del
Lagun Aro GBC, 6º en la Liga Regular, clasificados para la Copa del Rey y
Playoffs, poniendo las cosas difíciles al Valencia Basket (2-1), les tocó
sufrir mucho en verano. En primer lugar la rumorología ponía a sus 3 estrellas
(Baron-Panko (MVP de la temporada)-Vidal (Jugador Actitud Azul e integrante en
el Quinteto Ideal de la temporada) fuera de Donostia, incluyendo a Sito Alonso
(Mejor Entrenador de la temporada) dirección a Vitoria-Gasteiz. La gran bomba
de esta temporada fue un asunto no relacionado con el mercado de fichajes: el
club renunció su plaza de Eurocup que le correspondía por el recorte de la
subvenccion del Diputación Foral de Gipuzkoa.
El Lagun Aro se vio en una
reconstrucción de su proyecto: Los 3 jugadores dejaron la plantilla a equipos
de gran nivel (el Lokotiv Kuban, PAO y Unicaja) sumando la marcha de Betts (sin
equipo), Lorant (Virtus Roma), Andy Ogide (Breogán) y Lander Lasa (Iraurgi).
Para ello, mantuvo sus bases más solidas (Salgado, Doblas, Papamakarios, Neto,
Olaizola, Motos, Korolev) y fichó refuerzo de menor nivel debido al presupuesto
(Lofton, Guille Rubio, Dani Diez, Ibekwe) y el fichaje estrella, el americano
Qyntel Woods. Parecía una temporada esperanzadora, visto en los partidos de la temporada,
pero una grave lesión en la espalda de Chris Lofton, obligó a cortar su
contrato y fichar un sustituto temporal, el letón Richard Kuksiks. Durante el
inicio de la temporada ficharon también al americano Jermaine Taylor.
Esto, provoco confusión en
los roles del juego del GBC, habían perdido a un jugador clave en ataque
(referencia ofensiva) esto hacia dar dudas de quien se jugaría las bolas
“calientes”. La imagen dado por este equipo durante 18 jornadas, ha sido
decepcionante, salvo en varios partidos (Manresa, Baskonia, Real Madrid, CAI
Zaragoza, Joventut y Estudiantes las pasadas jornadas). Habían perdido espíritu
de equipo, no había intensidad en su juego, sobre todo la defensa que siempre
se ha caracterizado por los equipos de Sito Alonso. Si se había demostrado esa
pizca de la filosofía inculcada por Sito en varias fases de los partidos, pero,
daban bajones que hacía perder partidos bien controlados.
Los roles no estaban bien establecidos, Woods no había demostrado lo que se venía diciendo de él, el jugador estrella, la gran referencia ofensiva. Kuksiks, que era la otra referencia en el tiro de 3, tampoco lo había demostrado. Guille Rubio, si había dado esa garra que echaba en falta el equipo (en varios partidos) pero, muy desaparecido. Al igual que Doblas, el corazón y timón del equipo. Salgado, se había convertido en más tirador que base. Neto, ha logrado ser un líder en el juego de su equipo, pero, sus fallos en momentos claves (la última pérdida de balón ante el Baskonia, por ejemplo) daba esa desestabilidad en su juego. Ibekwe, el máximo taponador de la liga, ha demostrado su buen físico, pero, no ha demostrado nada en ataque (sus pocos recursos para jugar de espaldas). Dani Diez, Julen Olaizola y Mikel Motos, han demostrado lo que se les pedía cuando salían a pista, muchas ganas en jugar y en aprender. Jermaine Taylor, al igual que Woods, se esperaba mas de él cuando llegó en Diciembre, en ataque sobre todo. Y por último, Korolev, salía para tirar tiros malos de 3.
El punto de inflexión fue el
partido ante FC Barcelona Regal (98-50, la derrota mas abultada de la historia
del club). La afición del GBC, a pesar de todo, tenía (y tiene) confianza en su
equipo y nunca han parado de animar a su equipo cada fin de semana, aunque
pierdan. Pero, la imagen del club estaba dañada, la gente no veía esa filosofía
adquirida del año pasado. Este equipo ya no era el Lagun Aro GBC.
El cambio:
Después de ese partido, y
antes también ocurrieron cambios urgentes e importantes: Korolev rescindió su
contrato debido a su bajo rendimiento, harto de su situación se fue a Rusia.
Richard Kuksiks no renovaría con el GBC, ya que no demostró lo que se decía de
él (salvo el partido ante Manresa, su mejor partido). Y Jermaine Taylor,
decidió irse de San Sebastián por las ofertas recibidas de equipos de Eurocup.
El GBC se reforzó con Ivan Paunic y Morris Finley, para suplir las bajas.
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Estos cambios y ese partido,
dio el cambio de imagen de este equipo, que había perdido el respeto en la
liga. Más intensos en defensa, más acierto ofensivo y con unos roles bien
marcados, la afición del GBC está contenta con este equipo, ya que no van a
bajar los brazos, no se van a rendir como antes. Este cambio se puede ver en
Qyntel Woods (sus últimas actuaciones en anotación) y Manolis Papamakarios (su
gran defensa y aportación ofensiva), como los más destacados. Pero, el nombre
de Ivan Paunic es el que más destaca, no por su aportación en ataque sino por
la intensidad defensiva, por las ganas que ha transmitido en 2 partidos. Ha logrado
que sus compañeros tengan la misma intensidad de juego en cada en cada minuto.
Con esto, todos han dado un paso hacia adelante en su actitud
durante los últimos 2 partidos.
Saben que la situación es
delicada y hay que ganar para salir del pozo, pero al menos pelean por ganar y
no se van a rendir aunque tenga un rival muy superior. Este equipo ahora es
el Lagun Aro GBC.
AARON TABOADA