En el Olímpico de Badalona se enfrentaban en la tarde de domingo dos equipos cuyas situación en la tabla es bastante pareja.
El conjunto dirigido por Jasmin Repesa, viajaba directamente desde Moscú (donde cosecharon una brillante victoria en Euroliga) a Badalona en busca de una victoria para reengancharse a la zona noble de la clasificación. En cuanto a los locales, no querían perder de vista a la zona de Playoff por lo que una victoria en casa sería vital para seguir con la línea regular que están llevando a cabo los hombres de Salva Maldonado.
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| Foto: acb.com |
Pero lo cierto, es que desde el comienzo del cuarto, al Unicaja que hemos visto esta tarde en el Olímpico no parecía el mismo, una irregularidad que desgraciadamente se está convirtiendo en algo usual en la temporada de los malagueños. Aunque el partido durante gran parte del partido se mantuvo parejo en todo momento, daba la sensación de que eran los verdinegros quienes tenían más interés en la victoria.
Durante el primer cuarto, las defensas y las imprecisiones en ataque por parte de ambos equipos se convirtieron en protagonistas. Ninguno de los dos equipos parecía dar con la tecla en cuanto al ámbito ofensivo y esto se vio reflejado en el marcador. Pero el inicio eléctrico de los locales les empezó a dar cancha y de la mano de un brillante Kuzmic, comenzaron a mandar en el marcador de manera tímida. A pesar del aparente dominio de los verdinegros durante el primer período, un parcial de 0-8 para los de Repesa les colocaba por delante al finalizar el primer cuarto (15-17).
Al segundo cuarto, las cosas no cambiaron demasiado. El Unicaja seguía imponiendo ese juego errático y cansino y los errores e imprecisiones por ambos bandos seguían manteniendo parejo el resultado. Pero fue con la entrada de Corey Fisher cuando el juego de perímetro de los locales empezó a carburar. El ritmo que impuso el genial base americano fue abrumador para un Unicaja que seguía viéndolas venir. Conforme pasaban los minutos, el Joventut se encontraba mejor sobre la pista, lo que no tardó en hacerse latente en el encuentro. La buena actuación del juego interior verdinegro (Kuzmic & Gaffney) y un considerable acierto desde el perímetro, permitió a los hombres de Maldonado marcharse por delante al descanso (42-31).
Los hombres de Repesa se veían obligados a reaccionar, y eso hicieron al comienzo de la segunda mitad. La intensidad impulsada por los malagueños empezó a dar sus frutos en forma de pérdidas rivales y acortaron distancias en el marcador. Pero fue de nuevo con la entrada de Gaffney, cuando el Joventut volvió a poner tierra de por medio. Gracias a la intensidad impulsada por el americano, los locales se vinieron arriba y apoyados en unos sobrios Quezada y Pera Tomas, volvían a mandar en el marcador de manera contundente. Nos íbamos al último cuarto con un 59-50 favorable a los locales.
Aun siendo las distancias cortas, lo cierto es que conforme pasaban los minutos, los visitantes parecían menos capaces de poder darle la vuelta al partido. Sólo un inspirado Fran Vazquez y un voluntarioso Panko daban razones por las que ser optimistas pero Repesa seguía sin saber dar con la tecla. Gracias a varias acciones positivas atrás, los verdiblancos se acercaban tímidamente en el marcador, pero sendos triples de Quezada y Tomas volvían a dejar el partido como estaba. Aun con todo, los andaluces no querían dar el partido por perdido y llegados a la recta final del encuentro, se encontraban a tan sólo 4 puntos. Pero fue entonces cuando se erigió la figura de Albert Oliver, quien ante la necesidad de su equipo, supo responder a la perfección. Fue el experimentado base quien supo finiquitar el partido de la mejor manera posible y llevarse finalmente la victoria por 79-71.
