Mucha tensión ahora mismo en Houston. Royce White se ha negado a ir a la D-League tal y como le habían asignado su equipo. “He decidido no jugar porque tanto los médicos como yo creemos que es peligroso para el personal no cualificado de los Rockets, respecto a la toma de decisiones médicas ya que no son profesionales de la salud mental".
Foto: nba.com |
Royce White es un jugador diferente, que sufre ataques de ansiedad y que fue desechado por muchos equipos en el Draft por ese motivo, ya que era un riesgo. “Pensamos que Royce tiene talento para estar en la élite, tal vez hubiera sido elegido entre los cinco primeros del último draft. Sabíamos que potencialmente podría haber problemas y en este momento, obviamente, está siendo muy incómodo”.
Esta enfermedad diagnosticada también le provoca síndrome de aerofobia, obligando al equipo a firmar un acuerdo por el cual el jugador viajaría en autobús siempre que pudiera para evitar los aviones. Igualmente, Royce sufre ataques de pánico frecuentemente y es incapaz de dormir sin levantarse entre tres y cuatro veces por noche. Condiciones que ponen en duda que pueda mantener el ritmo de competición de la NBA, donde se juegan 82 partidos concentrados en menos de seis meses y se recorre de punta a punta un país que ocupa un área de casi diez millones de kilómetros cuadrados.
De momento, la relación entre ambas partes está muy deteriorada y no está claro si podrán resolver sus diferencias. Desde la dirección están multando económicamente al jugador cada día que se ausenta, de forma que hacen más llevadero el pago de su salario, valorado en más de un millón y medio de dólares para la presente temporada.
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