Vaya susto se llevaron los aficionados de los Minnesota Timberwolves en el día de ayer cuándo Ricky Rubio tuvo que marcharse cojeando al banquillo y quejándose de su rodilla, los médicos del equipo de Minneapolis le revisaron bien la rodilla y comprobaron que el base español no tenía nada, éste volvió a salir y ayudó a que los Wolves consiguieran ganar a unos Thunder que hasta ayer llevaban una racha de 12 victorias consecutivas. Los mejores del encuentro fueron Kevin Durant (33 puntos), Russell Westbrook (30 puntos, 11 rebotes y 9 asistencias) y por parte local destacaron Kevin Love (28 puntos y 11 rebotes) y el serbio Nikola Pekovic (24 puntos y 10 rebotes). Ricky Rubio se quedó con 3 rebotes y 3 asistencias, mientras que Ibaka sumó 14 puntos y 9 rebotes.
El partido empezó con unos Thunder que estaban dormidos y a los que les costaba entrar en el partido debido a las intensas defensas del conjunto local. Los locales que llegaron a tener una diferencia de +15 puntos, se marcharon al segundo período con una diferencia de +12 puntos que se dedicaron a defender durante todo el encuentro, con apariciones espectaculares de Kevin Love que junto a su compañero Nikola Pekovic eran los que estaban mandando en la pintura, el resultado cuándo nos fuimos a los vestuarios era el de 44-53 para los de casa.
La segunda parte estuvo marcada por la intensidad en la que jugaron ambos equipos, ambos pudieron llevarse la victoria pero cuándo mejor estaban los Thunder apareció la figura del puertorriqueño José Juan Barea, el cuál fulminó a unos Thunder que tras doce partidos volvieron a saborear la derrota.
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