La temporada que está realizando Indiana Pacers hasta ahora es más satisfactoria de la que muchos esperaban. West y George están a un nivel estratosférico y son muchos los que creen que con el juego en equipo y la férrea defensa, todo es posible.
Foto: nbacircle.com |
El objetivo es repetir lo sucedido en 2004. Y no nos referimos a la pelea histórica ya frente a los Pistons, si no a cuando Indiana jugó unas Finales. Fue en 2004, y el rival fue Miami Heat, uno de los candidatos esta temporada para revalidar anillo. Los apearon 4-2, con jugadores que a muchos os sonará seguro:
- Jermaine O’Neal. Joven (25 años), promedió 19,2 puntos y más de nueve rebotes por encuentro. Además colocaba más de dos tapones por encuentro.
- Ron Artest era el segundo máximo anotador, con más de 18 puntos y más de 6 rebotes por encuentro
- La leyenda Reggie Miller. Terminó aquellos playoffs con diez puntos por encuentro, y a sus 38 años estaba disputando su décimosexta temporada como profesional.
La plantilla era una de las mejores de la historia de su franquicia. Aparte de estas tres estrellas, estaban grandes complementos como Al Harrington, Jamaal Tinsley, Jonathan Bender (un prometedor jugador que nunca llegó a culminar las expectativas creadas en torno a él) y Austin Croshere (al que le pasó lo mismo). La plantilla se completaba con jugadores como Jeff Foster, un histórico de la franquicia, y otros como Fred Jones o James Jones, que disfrutó de su año rookie en aquellos Pacers del 2004.
Ese roster es uno de los más recordados y queridos por los aficionados de los Pacers, con el liderazgo de Miller, el talento joven de O'Neal y Artest y la efectividad de Harrington y Tinsley.
Los paralelismos con los actuales son claros, con varios jugadores jóvenes y donde el veterano del equipo David West tiene tan sólo 31 años. George, Hibbert, West, Green, Young, Augustin quieren hacer grande Indiana.
Esta temporada todo es posible. Sueñan con todo. Proyecto a corto-medio plazo.
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