El baloncesto concede una segunda oportunidad; El Rebote.

El tiro fallado no es el fin de la jugada, si eres capaz de controlar el rebote tienes más de medio partido en el bolsillo. Los entrenadores lo saben y algunos como Pablo Laso lo tienen en lo más alto de sus agendas para trabajarlo diariamente.

La importancia del rebote es algo indudable, los números no engañan y son ellos los que nos afirman que 20 de los 23 partidos de los últimos Play Off los ha ganado el equipo que más rechaces ha capturado, un dato muy evidente que nos lleva a una fácil conclusión, quien más tira gana.
Y es que este es el significado del rebote, tener o no conceder una segunda opción de tiro, analizando las estadísticas es más decisivo controlar el balón cuando el aro lo escupe que el acierto en el tiro.


El rebote no es una cuestión de suerte, no se puede saber donde caerá la pelota tras el tiro pero cuanta más zona controlas más opciones tienes de cogerlo, para capturar el rebote defensivo hay que saber cerrarlo y eso, a diferencia de lo que muchos piensan, no es cosa de los pivots, es algo de 5 jugadores.

Sada, Granger, J.Rodriguez nos demuestran que no hace falta medir 2 metros para coger rebotes, otros como Felpe Reyes, James Augustine o Kaloyan Ivanov nos enseñan como cerrar el rebote defensivo y como atacar el ofensivo. 
Todos ellos son especialistas en esta difícil tarea, una de las más importantes del baloncesto y que muchas veces se menosvalora.