La
andadura de Oklahoma en Playoffs se inició con una serie que se antojaba
complicada. El rival era los Mavs de Nowitzki, vigente campeón durante el año y
verdugo de Oklahoma en los últimos Playoffs. Bien es cierto que los Mavs no
llegaban ni en su mejor momento ni en su mejor año, pero el hecho de ser los
vigentes campeones les colgaba el cartel de duros de roer. Era la primera
prueba de fuego para unos Thunders que buscaban el anillo que se escapó
anteriormente. La serie se solventó de manera clara, ya que el dominio del “Big
Three” de Oklahoma se hizo patente rápidamente. Los Mavs dieron guerra hasta
que se vieron sin opciones, y los últimos campeones se iban eliminados en primera
ronda y con un sonrojante 4 a 0 en el marcador de la serie. Los Thunders
estaban cogiendo temperatura para el reto que supondría alzarse con el anillo.
Los Thunders
encaraban la serie de las semifinales de conferencia como favoritos ante los
Lakers de Kobe y Pau. Unos Lakers muy cuestionados y con muchas dudas, que a
pesar de todo dieron más guerra de la esperada, llegando a ganar dos partidos
de la serie. Durant pasó por encima de Kobe, que ya va notando el paso de los
años, aunque indudablemente aún le quedan varios años de baloncesto al más alto
nivel. El juego rápido y de equipo de los Thunders vapuleó a unos Lakers
demasiado confiados en la figura de Kobe, al que le dan toda la responsabilidad
para ganar los partidos. Finalmente, de una manera relativamente sencilla, los
Thunders se colaban en la final de conferencia y sin apenas despeinarse.
La
juventud también es un grado, debieron pensar en Oklahoma cuando supieron que
su rival en la final de conferencia eran los Spurs. Los de San Antonio venían
de dos 4 a 0 consecutivos en primera ronda (Utah Jazz) y en semifinales (Los
Angeles Clippers). De hecho, la serie no pudo comenzar de mejor manera para
ellos, ya que fácilmente vencieron en los dos partidos del AT&T y colocaron
el 2-0 en la serie. Nadie pensaba en que los Thunders pudiesen remontar ante un
equipo tan equilibrado y compacto como eran los Spurs. De hecho, había quien ya
los daba por favoritos para enfundarse el anillo, pero la reacción en el
Chesapeake Arena fue crucial, llevando al equipo a ganar cuatro partidos
consecutivos y plantarse en la final de la NBA 2012, ante los otros favoritos
durante toda la temporada, Miami Heat.
Primeras
finales en la corta historia de Oklahoma City Thunder, y ante un rival duro,
los Miami Heat del “Big Three”. La juventud contra el ansia, el juego de equipo
contra el individualismo y la ilusión contra el ego. No podía deparar mayor
emoción una final. El primer partido en el Chesapeake Arena no defraudó a
nadie, y mucho menos a los aficionados Thunders, ya que la victoria se quedó
casa, y a todos nos hizo pensar que ésta podría ser la segunda final
consecutiva que los Heat dejan escapar. Pero no fue así. LeBron, Wade y Bosh,
apoyados en Buttier y Haslem avasallaron a los Durant, Westbrook, Harden e Ibaka
en los siguientes cuatro partidos. El ego pudo con la ilusión y LeBron
consiguió su tan ansiado anillo. La derrota les debe hacer aprender para que el
próximo año, con un año más de experiencia y con par de buenos refuerzos, la
consecución del anillo sea posible. Mejor tarde que nunca.
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