Alzamora, salido de la cantera del Barcelona, es y siempre ha sido uno de esos jugadores que, a la chita callando, hacen una gran labor de equipo, haciendo el trabajo sucio que la mayoría de anotadores o jugadores destacados dejan por hacer. Nunca ha sido un jugador que derroche técnica, ni un anotador de primer nivel. Lo bueno de Alzamora, lo que hace que los jugadores como él sean importantes, es que juegan con el equipo, por el equipo y para el equipo, sin mirar por su estadística ni por sus logros personales.
Alfons Alzamora siempre ha sido un jugador cuyo papel ha estado en la rotación. Quitando las dos temporadas que jugó en Lugo, la 2004-2005 y la 2005-2006, en las cuales si salió en la mayoría de cincos iniciales, su función en el equipo es la de salir a defender, a coger rebotes, a anotar con eficiencia y sin filigranas. En el Manresa llegó a ser capitán y prácticamente un histórico después de 5 temporadas.
Como ya se ha dicho, su primer equipo fue el Barcelona, en el que en sus primeras temporadas alterno minutos en el equipo B con apariciones en el primer equipo. Posteriormente, en la temporada 2000-2001 se marcharía al por entonces Caprabo Lleida, su actual equipo, a foguearse, volviendo al Barcelona y convirtiéndose en un jugador de rotación dentro del equipo entrenado por Svetislav Pesic, participando en el famoso triplete de le temporada 2002-2003. Posteriormente se marcharía al Joventut de Badalona, donde jugó solo un año a un nivel bastante correcto para los minutos que tuvo, no llegó a 17 por partido, saliendo a cerrar el rebote, a hacer faltas y a marcar a jugadores particularmente molestos.
Sus mejores temporadas a nivel estadístico las jugó en el Leche Río Breogán de Lugo, saliendo de titular en la mayoría de los partidos, jugando alrededor de 25 minutos por partido y promediando 5 puntos y 6 rebotes por encuentro aproximadamente. Después de dos temporadas en el club gallego se marchó a Manresa, el club de la ACB que podemos considerar su verdadero hogar, donde tuvo más estabilidad y en el que, si bien su papel en pista no fue como el que tuvo en Lugo, sí se convirtió en una de las voces con más peso del vestuario manresano. Durante cinco temporadas aporto lo de siempre más experiencia y tesón en los momentos clave dentro de un equipo cuya fortaleza es, precisamente, el grupo.
A finales de la temporada 2010-2011 terminó su contrato con el Assignia Manresa y se marchó al Lleida Basquetbol de la Adecco Oro, un equipo que, a estas alturas de le temporada, está en una posición bastante cómoda para jugar los PlayOffs de ascenso a la ACB. Ha jugado todos los partidos y promedia 5,5 puntos y 4,7 rebotes en 20 minutos por encuentro. Su experiencia, sin embargo, es valiosa en la plantilla catalana, en la que los jugadores más veteranos son Vázquez Duckitt y él. La cosa parece que va bien para un Alzamora que, si bien no está jugando en la máxima categoría del baloncesto español, sí está en un equipo que le da minutos y con aspiraciones a ascender a la liga ACB.
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