Después del importante traspaso Milwaukee-Golden State, profundamente comentado y analizado, ahora solo cabe especular, con más o menos fiabilidad, sobre qué aportarán los jugadores traspasados: Bogut y Jackson a Golden State (el último se marchó a San Antonio menos de un día después de ser traspasado a los Warriors por Richard Jefferson, del que ya hablaremos más tarde) y Ellis, Udoh y el denostado Kwame Brown a los Bucks de Milwaukee.
Antes de entrar a valorar qué puede aportar cada uno de los jugadores traspasados a sus nuevos equipos he de decir que, en mi opinión, Milwaukee sale ganando pero el equipo californiano no pierde tanto como algunos han dicho y, si la jugada sale bien, podrían acabar formando un equipo más competitivo que el que tenían con Ellis como jugador franquicia.
Las razones del traspaso son claras por parte de Golden State, al menos en lo que respecta a Monta Ellis y Brown. Monta Ellis, cualquiera lo sabe, es un grandísimo anotador que ha mejorado en las últimas temporadas y se ha convertido en una ametralladora muy regular desde la línea de tres puntos y la media distancia. Garantiza más de 20 puntos por partido, no tiene una mala visión de cancha y no es particularmente problemático. Pero no aporta nada en defensa, no es un jugador físico y se aproxima más a la altura de base que a la de escolta, y más con la nueva generación de escoltas físicos y técnicos de más de 2 metros que están triunfando en la NBA. Después de la explosión como anotador del rookie Klay Thompson, un muy buen tirador, más alto y que requiere menos balones para rendir que Ellis era de esperar que éste fuera traspasado.
Lo de Kwame Brown estaba clarísimo. Ha sido, con diferencia, la decepción más grande en forma de número 1 de draft junto a Greg Oden, más que nada por la costumbre tan americana de elegir en el draft jugadores por formar pudiendo elegir jugadores ya formados. El año en el que Kwame Brown fue elegido en la primera posición del draft fueron elegidos, en su misma posición, jugadores como Tyson Chandler (nº2) Pau Gasol (nº3) Zach Randolph (nº19), Brendan Haywood (nº20) Samuel Dalembert (nº26) o Mehmet Okur (nº38) que han dado mucho más rendimiento que el propio Brown en todas sus temporadas en la NBA. Jugador físico, que aporta "algo" defensa y ya está. Manos de mantequilla, posteo nefasto e incapacidad para crear su propio tiro (cosa que si hacen Gasol, Randolph u Okur) son la carta de presentación de un jugador que, además, está lesionado hasta final de temporada y que, aparentemente, no tiene ni presente ni futuro (al menos esperanzadores) en la mejor liga de baloncesto del mundo.
El caso de Ekpe Udoh es más confuso. Salario bajo, buen rendimiento y un gran futuro como especialista defensivo, tanto de 3 como de 4. Pero bueno, tampoco es una grandísima pérdida y menos para un equipo para el cual la defensa no es algo particularmente importante.
Por el lado de Milwaukee, desprenderse de Bogut es algo doloroso a nivel psicológico pero no a nivel deportivo. Bogut hubiera sido un gran pívot ofensivo si no hubiera sido por las lesiones. Cuando está bien sale, cumple e incluso hace grandes partidos. El chico tiene clase, técnica, recursos y sabe jugar en equipo. Pero si las lesiones no te respetan, nunca podrás rendir como es debido. En los últimos años ha visto como Jennings, un base con alma de escolta, explosivo y buen tirador, se hacía con las riendas del equipo, para bien o para mal, pues, a pesar de su talento, juega para él mismo y sus números, con un profundo egoísmo. A esto se suma el rendimiento excelente de Ersan Ilyasova, un viejo conocido de la ACB (Barcelona), que está rindiendo a un nivel de extraterrestre en las últimas semanas.
El caso de Stephen Jackson es distinto. Desde el principio de la temporada no ha encajado en el equipo y sus malas relaciones con el entrenador lo han acabado de rematar. Evidentemente, tampoco podía volver a jugar en Golden State: su mala relación con la directiva se lo impedía. Así pues, la decisión de los Warriors de mandarlo a San Antonio por Jefferson, un jugador de un perfil similar, que puede aportar lo mismo, pero con más sentido común y sin problemas con nadie en California.
¿Qué aportará cada uno a su nuevo equipo? Ahí van mis apuestas:
Milwaukee Bucks
Monta Ellis: Tiró, solvencia ofensiva y minutos de calidad. Es de los mejores jugadores que no juegan el All-Star y para mí, de todos ellos, el mejor escolta. Sus problemas vendrán en defensa, pero si Jennings, la estrella del equipo, no defiende, no veo por qué debe haber una doble vara de medir en ese sentido.
Donde sí puede tener problemas es precisamente con Brandon Jennings y es que, para producir, ambos necesitan mucho el balón, y por desgracia para ellos en baloncesto solo se juega con uno.
Puede que llegue a solaparse con el joven base y tanto gallo en un mismo corral podría conllevar muchos problemas. Pero si la cosa sale bien, dos ametralladoras peligrosísimas esperan a los rivales de unos Bucks sin nada que perder y mucho que ganar.
Ekpe Udoh: Defensa, progresión, trabajo y compromiso son las señas de identidad de un jugador que está destinado a convertirse en esa pieza complementaria que necesita todo equipo aspirante. Le puede dar muchos minutos de descanso a Ilyasova y salvar la posición de 4 si hay problemas, por lo que es muy fácil que encaje. Y todo esto con un salario bajísimo para lo que puede llegar a dar.
Kwame Brown: Sé que tiene muchos admiradores, pero como yo no soy uno de ellos y soy objetivo, solo me queda decir que Brown aportará a los Bucks lo que ha aportado a todos sus equipos hasta ahora: nada, y más que nada, decepción. Siendo muy optimistas, podría llegar a ser un buen suplente. Si se recupera de la lesión antes de que lo corten, claro.
Golden State Warriors
Andrew Bogut: Si, finalmente, se recupera de una lesión que lo tendrá KO hasta final de temporada y consigue una continuidad cuidándose de no lesionarse, podríamos hablar de un buen Big Three ofensivo formado por Bogut de pívot, David Lee de ala-pívot y Steph Curry, otro habitual de la enfermería, de base, complementados por un esperanzador Klay Thompson y un Dorell Wright muy válido para la posición de alero. Si no, su traspaso podría ser un fracaso absoluto.
Lo que aporta Bogut ya se sabe: rebote y una gran capacidad ofensiva para la posición de pívot, un gran juego de poste bajo y en el bloqueo y continuación y una defensa promedio para el puesto, así como una visión de cancha superior a la media.
Richard Jefferson: Gran anotador venido a menos en las últimas tres temporadas, puede llegar a convertirse en una amenaza para la titularidad de Dorell Wright: buen penetrador, buen tirador de media distancia, mediocre desde más allá de la línea de tres puntos y una defensa física y versátil de tres posiciones (escolta, alero y ala-pívot) lo hacen un buen alero titular o, en cualquier caso, un hombre que da mucha profundidad al banquillo.
San Antonio Spurs
Stephen Jackson: Veterano anotador que se suma a una plantilla que año a año sorprende por su capacidad de ganar y reinventarse. Los de Popovich son el típico equipo al que todos dan por muerto y que, finalmente, acaba dando mucha guerra y problemas a más de uno. Tres anillos en los últimos diez años dan buena fe de ello. Puede que Jackson, por fin, encaje en esa plantilla y en la misma franquicia en la que jugó durante las temporadas 2001-2002 y 2002-2003, en la última de las cuales ganó su único anillo de campeón de la NBA.
Aportará lo de siempre: un talento innato para anotar desde cualquier lugar y de cualquier forma, un juego agresivo y que recuerda al streetball, motivación, competitividad y una gran defensa cuando está inspirado, que suele ser cuando juega contra los mejores de la Liga. Genio y figura Stephen Jackson. Que a sus casi 34 años, al igual que su nueva franquicia, nadie le dé por muerto.
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