Sacar conclusiones el día después de una derrota es muy fácil. Ya se sabe que a toro pasado, todo son verónicas. Pero precisamente por eso hay que entrar a valorar qué hizo mal el Valencia Basket para acabar perdiendo, sin hacer leña del árbol caído.
El equipo de Perasovic llegaba a Montenegro descansado y en forma, tras pasar por encima de un equipo top como el Real Madrid y de un buen equipo como el Assignia Manresa en las dos últimas jornadas de la ACB. La mejora desde que llegó el nuevo técnico se nota: una defensa muy pesada para el rival y el aprovechamiento de los hombres importantes en ataque del equipo (Caner-Medley, De Colo, Rafa Martínez...) y de los errores que el rival pueda cometer.
Hoy eso no lo ha visto nadie. Un equipo como el Buducnost, que ha vivido tiempos mucho mejores, ha sacado del partido al Valencia Basket en el último cuarto, al que llegaba con 7 puntos de ventaja, haciendo un parcial tremendo de 13-0 para colocarse, a falta de dos minutos, 3 arriba. Ni la pizarra, ni Rafa Martínez y Claver desprovistos de marca han bastado al Valencia Basket, que además ha acabado concediendo a Jermaine Anderson una canasta en el último segundo que con una sencilla defensa de ayudas se podría haber evitado.
Los montenegrinos ejecutaron una táctica sencillísima desde el inicio del encuentro hasta el final: jugar con cuatro hombres en el perímetro y una única referencia interior. Los aleros, el alto y el bajo, en las esquinas y el escolta y el base en sus posiciones naturales el equipo balcánico ha matado, literalmente, al Valencia Basket, un equipo con jugadores capaces de defender el perímetro perfectamente. Hombres como Anderson, Dubljebic, Milan Milosevic o Ivanovic (que me ha gustado muchísimo) han sacado adelante para su equipo un partido que parecía perdido.
Si a esta efectiva táctica le unimos el poco acierto en los momentos clave y en los que no también de Nando De Colo, un Nik Caner-Medley desquiciado por los árbitros y la poca intensidad que se ha puesto por parte del equipo de Velimir Perasovic en ir a por el rebote en los dos lados de la cancha nos encontramos con una derrota por 4 puntos ante un equipo al que hasta jugando un mal partido se hubiera podido ganar.
Pero no todo es negativo. Un día más hemos visto a Florent Pietrus hacer el trabajo sucio de siempre con la efectividad de siempre, aunque haya perdido un par de balones tontos abusando del extra-pass. También se ha podido ver a un Víctor Claver más agresivo, que busca más el contacto y que, en mi humilde opinión, necesita más balones en el poste para sacar a relucir su mejor versión. Tiradores de tres puntos en el equipo hay de sobra: De Colo, Caner-Medley, Martínez, Kuksiks (por deficiente que sea en otras áreas), Newley... Hasta Faverani tiene buena mano. Jugadores de calidad en el poste solo tienen a Ogilvy y a Claver, con destellos de calidad momentáneos de Faverani y un juego práctico de espaldas al aro de Lishchuk. Habría que aprovechar más esa cualidad de Víctor Claver, hay pocos aleros en Europa capaces de defenderle ahí.
Por último, (no sé si soy el único que opina esto) hoy se ha visto algo de desgana en algunos jugadores, como por ejemplo De Colo, en salir a defender al tirador en el perímetro. Por otro lado, es un aspecto que no debería preocupar a nadie, principalmente por dos razones: la primera es que seguro que en el vestuario, al final del partido, esos jugadores no se habrán ido de rositas con Perasovic. La segunda es que De Colo, mi ejemplo, casi nunca defiende con ganas y se toma algunas posesiones de relajación en defensa, algo comprensible si tenemos en cuenta que es él quien toma más responsabilidad en ataque cuando está en pista.
Por suerte, la derrota de hoy en Montenegro no es definitiva, el Valencia Basket es más equipo que el Buducnost y cuatro puntos, jugando bien y concentrados, son fácilmente remontables. En La Fonteta el equipo deberá redimirse del mal partido que ha hecho hoy con una victoria y el pase a las Finales de la Eurocup, para alegrar a una afición que año tras año sufre los inicios de temporada y disfruta de los finales. En juego hay una plaza en la Euroliga, y no veo equipo más fuerte que el valenciano en la competición. Pero, como en cualquier otro deporte, parte importante del baloncesto son las ganas, el sentimiento, la competitividad. Sin esos factores a favor, la calidad y el talento de una plantilla pasan a ser algo secundario.
El equipo de Perasovic llegaba a Montenegro descansado y en forma, tras pasar por encima de un equipo top como el Real Madrid y de un buen equipo como el Assignia Manresa en las dos últimas jornadas de la ACB. La mejora desde que llegó el nuevo técnico se nota: una defensa muy pesada para el rival y el aprovechamiento de los hombres importantes en ataque del equipo (Caner-Medley, De Colo, Rafa Martínez...) y de los errores que el rival pueda cometer.
Hoy eso no lo ha visto nadie. Un equipo como el Buducnost, que ha vivido tiempos mucho mejores, ha sacado del partido al Valencia Basket en el último cuarto, al que llegaba con 7 puntos de ventaja, haciendo un parcial tremendo de 13-0 para colocarse, a falta de dos minutos, 3 arriba. Ni la pizarra, ni Rafa Martínez y Claver desprovistos de marca han bastado al Valencia Basket, que además ha acabado concediendo a Jermaine Anderson una canasta en el último segundo que con una sencilla defensa de ayudas se podría haber evitado.
Los montenegrinos ejecutaron una táctica sencillísima desde el inicio del encuentro hasta el final: jugar con cuatro hombres en el perímetro y una única referencia interior. Los aleros, el alto y el bajo, en las esquinas y el escolta y el base en sus posiciones naturales el equipo balcánico ha matado, literalmente, al Valencia Basket, un equipo con jugadores capaces de defender el perímetro perfectamente. Hombres como Anderson, Dubljebic, Milan Milosevic o Ivanovic (que me ha gustado muchísimo) han sacado adelante para su equipo un partido que parecía perdido.
Si a esta efectiva táctica le unimos el poco acierto en los momentos clave y en los que no también de Nando De Colo, un Nik Caner-Medley desquiciado por los árbitros y la poca intensidad que se ha puesto por parte del equipo de Velimir Perasovic en ir a por el rebote en los dos lados de la cancha nos encontramos con una derrota por 4 puntos ante un equipo al que hasta jugando un mal partido se hubiera podido ganar.
Pero no todo es negativo. Un día más hemos visto a Florent Pietrus hacer el trabajo sucio de siempre con la efectividad de siempre, aunque haya perdido un par de balones tontos abusando del extra-pass. También se ha podido ver a un Víctor Claver más agresivo, que busca más el contacto y que, en mi humilde opinión, necesita más balones en el poste para sacar a relucir su mejor versión. Tiradores de tres puntos en el equipo hay de sobra: De Colo, Caner-Medley, Martínez, Kuksiks (por deficiente que sea en otras áreas), Newley... Hasta Faverani tiene buena mano. Jugadores de calidad en el poste solo tienen a Ogilvy y a Claver, con destellos de calidad momentáneos de Faverani y un juego práctico de espaldas al aro de Lishchuk. Habría que aprovechar más esa cualidad de Víctor Claver, hay pocos aleros en Europa capaces de defenderle ahí.
Por último, (no sé si soy el único que opina esto) hoy se ha visto algo de desgana en algunos jugadores, como por ejemplo De Colo, en salir a defender al tirador en el perímetro. Por otro lado, es un aspecto que no debería preocupar a nadie, principalmente por dos razones: la primera es que seguro que en el vestuario, al final del partido, esos jugadores no se habrán ido de rositas con Perasovic. La segunda es que De Colo, mi ejemplo, casi nunca defiende con ganas y se toma algunas posesiones de relajación en defensa, algo comprensible si tenemos en cuenta que es él quien toma más responsabilidad en ataque cuando está en pista.
Por suerte, la derrota de hoy en Montenegro no es definitiva, el Valencia Basket es más equipo que el Buducnost y cuatro puntos, jugando bien y concentrados, son fácilmente remontables. En La Fonteta el equipo deberá redimirse del mal partido que ha hecho hoy con una victoria y el pase a las Finales de la Eurocup, para alegrar a una afición que año tras año sufre los inicios de temporada y disfruta de los finales. En juego hay una plaza en la Euroliga, y no veo equipo más fuerte que el valenciano en la competición. Pero, como en cualquier otro deporte, parte importante del baloncesto son las ganas, el sentimiento, la competitividad. Sin esos factores a favor, la calidad y el talento de una plantilla pasan a ser algo secundario.
dedícate a escribir, Guillermo, grande tu crónica deportiva!
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