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El Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid se vestía de gala para despedir a dos jugadores que iban a disputar sus últimos minutos como madridistas, Rudy e Ibaka, enfrentándose ante el Valencia de Splitter, otro de los jugadores que regresa a USA tras el cierre del lockout, en una jornada de Liga ACB en la cual hemos visto como se cerraba una etapa para iniciar otra nueva. Real Madrid y Valencia empezaban a ofrecer espectáculo ya desde el primer minuto de partido, con unas defensas muy intensas que se imponían a los ataques. Splitter asistía a Lishchuk para anotar los primeros puntos del partido, mientras que el Madrid se estrenaba por medio de Rudy lanzando de tres.
El propio Lishchuk mantenía a su equipo por delante en los primeros minutos haciendo mucho daño a Mirotic, tanto desde el poste bajo, como desde el alto. Felipe Reyes entraba en cancha para intentar frenar la producción interior de los visitantes, que estaban dominando los tableros y sacando mucho provecho de ello. El Madrid se atascaba en ataque, anclándose en los 5 puntos anotados en los primeros minutos de juego; por parte visitante, se alcanzaban los 12 puntos y eso obligaba a Laso a parar el partido. Rudy anotaba otro triple sobre la bocina de posesión, e Ibaka empezaba a intimidar en el juego interior, dando lugar a la reacción de los madridistas. Así hasta llega al final del primer periodo con ventaja de 16-12 para los locales, que se reponían de un frío inicio y le daban la vuelta al marcador.
El segundo periodo comenzaba con Rudy asistiendo a Begic que lograba anotar una canasta con falta, aunque falló el tiro libre. Lishchuk volvía a anotar, pero Felipe Reyes empezaba a dominar el rebote defensivo, con lo cual, el Valencia veía como su producción ofensiva se tornaba más espesa. Rudy machacaba en carrera y levantaba al público, que a sabiendas de la marcha del jugador, aplaudía cada acción que el escolta regalaba. Rafa Martínez acertaba desde la línea de tres, y el Valencia volvía a acercarse en el marcador (24-22), pero Carroll y Felipe sumaban en ataque y mantenían la ventaja madridista. Valencia se reponía gracias a la agresividad defensiva, hasta igualar el marcador a 28 metiendo al Madrid en problemas. Iba a ser Ibaka el que desatascase el juego con acciones ofensivas y defensivas de nivel; el pívot bloqueaba lanzamientos de Splitter, así como un contraataque del Valencia que era taponado por él mismo, terminando en asistencia de Sergio Rodríguez al propio Ibaka, que levantó al Palacio con su finalización de jugada. Así concluía el segundo cuarto, llegando al descanso con ventaja local por 38-32.
El tercer periodo empezaba con Mirotic como gran protagonista, ya que el jugador del Madrid conseguía cometer una falta, así como perder un balón, recuperar otro y colocar un tapón en apenas un minuto. Splitter acercaba al Valencia en el marcador, con un parcial inicial de 0-5, pero el Madrid iba a lanzarse a por el partido tras esas dudas iniciales. Rudy anotaba en dos acciones al poste ante Rafa Martínez, y los merengues empezaban a correr y a jugar su baloncesto rápido y efectivo gracias al aumento de la presión defensiva y al bajón de ideas del Valencia. Los madridistas se distanciaban en el marcador tras varios contraataques finalizados por Rudy, Suárez, Llull y Mirotic. El marcador se ponía en 55-37 faltando 3 minutos para el intermedio entre cuartos, lo que dejaba a los visitantes muy tocados de cara a la recta final del choque. El Valencia, gracias a los tiros libres de Splitter, volvía a ver aro, y el cuarto finalizaba con 58-41 a favor del equipo merengue.
El último periodo se iniciaba con el Valencia anotando de tres, con Tomic consiguiendo un buen semi-gancho y con Splitter devolviendo la acción con un gancho en toda regla. Rafa Martínez, con otro triple, recortaba distancias y daba cierta esperanza a los suyos (61-49), pero Pietrus cometía errores imperdonables con dos faltas técnicas casi consecutivas que disparaban de nuevo al Madrid hasta el +20. A partir de ese momento, el partido entro en una serie de acciones menos intensas, con un Valencia intentando maquillar, y con un Madrid que mantenía la diferencia cómoda. Rudy e Ibaka se marchaban al banquillo con una tremenda ovación del público del Palacio de los Deportes, que no dejaba de corear sus nombres y de pedir a los dos jugadores que se quedasen en el equipo. Finalmente, Felipe Reyes cerraba la anotación del partido a pase de Sanz, y los madridistas se llevaban la victoria por 81-64, en un emotivo partido que sirvió para que tres grandes estrellas como Rudy, Ibaka y Splitter se marchasen por la puerta grande de la Liga ACB Endesa.
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