¡Que bueno que llegaste!

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¡Qué bueno que viniste Rowland!, es lo que pensarán muchos aficionados malaguistas y en general del baloncesto en España. Y es que el de Texas se ha convertido en uno de los mejores fichajes de Unicaja para la presente temporada, junto con otros como Valters o Zoric.

El americano nacionalizado búlgaro ha tenido una trayectoria deportiva de lo más variada en cuanto al tema geográfico, comenzó su carrera en la liga de desarrollo de la NBA, en la que no pudo demostrar apenas nada debido a la falta de minutos. Este hecho fue determinante para que el jugador decidiera saltar el charco y venir a jugar a Europa, concretamente en la liga letona en el Barones LMT allá por el año 2005.

Tras tan solo un año jugando en el viejo continente decidió cambiar de aires y marcharse a Australia, jugando allí en el Townsville Crocodiles, donde, al igual que pasó con el club letón, solo permaneció durante una temporada. En 2007 decidió volver a Europa, esta vez en la liga Alemana donde permaneció dos años, el primero en el Artland Dragon donde se proclamó campeón de la copa alemana en la temporada 2007-2008. En la siguiente temporada cambió de equipo pero no de liga, en la 2008-2009 militaría en el Telekom Bonn donde volvió a colarse en la final de la copa, aunque esta vez con derrota en la final, el equipo también fue subcampeón de liga.

Tras este año de éxitos, por así decirlo, hizo la maleta y se marchó rumbo a Italia, donde sería bien recibido en Vanoli Cremona, equipo en el que permaneció durante dos temporadas, una de las cuáles llegaría a disputar el All Star Game de la liga Italiana. Finalmente en el verano de 2011 firmó su contrato con el Unicaja de Málaga, antes de unirse a la selección búlgara para disputar el Eurobasket de Lituania 2011, en el que no tuvo un papel muy destacado.