Desde que se confirmó el pasado mes de Enero la marcha de Blagota Sekulic y tras lograr la plaza en la Copa del Rey, el Iberostar Tenerife ha sufrido una transformación donde lleva una mala racha de resultados negativos: nueve derrotas de manera consecutiva en la Liga Endesa.
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El equipo canario decidió reforzarse con un jugador de calidad de Lazaros Papadopoulos, que parecía en su debut que aportaría mucho, pero, sus problemas físicos tras un año sin haber jugado al máximo nivel provocó su marcha y sin la posibilidad de que los tinerfeños pudieran fichar un sustituto.
Ante esta mala situación, el club canario ha mostrado su gran confianza en su técnico, Alejandro Martínez que lleva diez temporadas en el equipo y ha sido renovado recientemente por dos temporadas más.
Se puede pensar esta decisión es un error tras ver los malos resultados del equipo, que cada vez se está acercando a la zona baja de la tabla, aunque, también se puede pensar que es una decisión correcta, ya que es un entrenador de la casa, que ha llevado al equipo de la Adecco Plata a la Liga Endesa e incluso ha conseguido dar ilusión a una afición y a una ciudad que echaba de menos del mejor baloncesto español (hace unos años, si querias ver baloncesto de élite en Canarias, tenías que irte a Gran Canaria).
Esta apuesta, que se puede decir la más sensata, es un gran acierto por parte de los directivos canarios, que apuestan por el gran trabajo de este técnico. Si es verdad que no están viviendo una buena racha, pero, el juego del equipo está siendo el de luchar cada partido con la máxima intensidad y eso se refleja en cada partido (aunque en el resultado no lo parezca).
Además ha conseguido que jugadores como Nico Richotti sea uno de los líderes del equipo con su calidad física como para anotar. Ha conseguido que Saúl Blanco vuelva a ser ese jugador que destacó en Fuenlabrada o que Ricardo Úriz se afianze en la Liga Endesa con una madurez en su juego impresionante, logrando galones y el respeto de aficionados.
Él sabe que con el trabajo en equipo y con un núcleo unido, sumado al trabajo se consiguen los objetivos marcados y esto se ha reflejado en sus diez años en Tenerife. Pienso que no se puede cuestionar su trabajo, a pesar de estas nueve derrotas consecutivas, porque ya vendrán los buenos resultados, viendo la lucha de cada partido.
Las victorias vendrán tarde o temprano, pero, no duden que los tinerfeños y Alejandro Martínez seguirán currando para seguir ilusionando y soñando a la isla de Tenerife.
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