Paso lo que todos esperábamos (98-77)

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Pasó lo que todos esperaban, victoria local más o menos sencilla ante un Unicaja que solo opuso resistencia hasta mitad del tercer cuarto, a partir de entonces comenzó a fallar el físico y se llegó al punto en que sus jugadores querían pero no podían. En los locales se debe destacar la magnífica actuación de Diamantidis que tenía el partido donde quería, por parte malagueño cabe destacar la actuación de Peric, que parecía ser de los pocos que tiraba del carro.

Los primeros diez minutos no empezaron especialmente mal para Unicaja, al contrario, Freeland comenzó fuerte bajo los aros con buenas acciones y un Sinanovic bastante enchufado también. La igualdad en el campo duró hasta que Diamantidis decidió que era suficiente. Bajo el mando del que posiblemente sea uno de los mejores 1 de toda Europa, Panathinaikos puso tierra de por medio en el marcador, hecho al que ya contribuían los jugadores malagueños con un 0 de 7 en tiros de tres. Al final del periodo se llegaría con 25-16 en el marcador que parecía vaticinar quien sería el ganador del encuentro.

El segundo cuarto comenzaba igual que el primero, Unicaja enchufado y anotando rápidamente, los locales jugando a lo suyo, ataques rápidos pero efectivos. Los contraataques de Unicaja le permitieron acercarse mucho en el marcador, con un 29-26 cuando se transcurrían tan solo 3 minutos de cuarto. Pero la reacción malagueña se evaporó a la velocidad que los locales se ponían las pilas y con una canasta con más fortuna que otra cosa, Kaimakoglou ponía 10 arriba a Panathinaikos a falta de cinco minutos. El resto de cuarto siguió con la misma tónica, Unicaja recortaba y Panathinaikos aumentaba distancia, aunque se llegó al descanso con un marcador de tan solo 3 puntos favorables para los locales (52-49) gracias en mayor parte a un enorme Peric que tiraba del carro malagueño.

La correspondiente charla de los entrenadores al paso por vestuarios no parecía cambiar mucho el partido, que volvía a dominio local gracias a un, ya habitual, enorme Diamantidis y muy acertado Sato en tiros de tres. El partido se desarrollaba como todo aficionado a este gran deporte esperaba, aunque Unicaja ponía en más aprietos de lo esperado a los locales, pero nunca llegando a mostrar demasiado peligro. En este tercer periodo, el marcador oscilaba siempre entre los 9 y 10 puntos de ventaja local casi habitales. 77-61 se llegó a los últimos diez minutos de juegos debido, en gran parte, al gran acierto de los locales solo en tiros de tres (9 de 13) sino también con unos contraataques rápidos y mortales.

Al último periodo se llegó con la casi total seguridad de que la victoria se quedaría en casa, y así lo dejaba claro Panathinaikos que parecía no fallar en ninguno de los sentidos, además de que contar con el gran jugador que es Diamantidis que no asegura, pero si facilita mucho la victoria para su equipo. El último cuarto fue más de tránsito que decisivo, en el que Panathinaikos se alejaba en el marcador y Unicaja se mantenía como podía, esperando más el final del encuentro que otra cosa. El marcador final mostraba un resultado para nada sorprendente (98-77), en el que los locales demostraron su superioridad aplastante.

En la próxima jornada europea, Panathinaikos se medirá al KK Zagreb, esperando sumar una nueva victoria y Unicaja recibirá en casa al Zalgiris Kaunas, buscando su primera victoria en la máxima competición europea.