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martes, 22 de marzo de 2016

Bertomeu defiende la libertad en una carta abierta a la FIBA

Durante la mañana de hoy, Sentimiento AyN ha informado de la queja emitida por FIBA Europe tras no recibir contestación por parte de Euroliga y de los 11 clubes con licencia A de la carta que les enviaron solicitando que pusieran fin a las prácticas abusivas con respecto a los demás clubes y ligas de su ámbito de influencia. Amenazándoles, además, con prohibir a la federaciones que amparen estas prácticas que sus selecciones puedan jugar cualquiera de los torneos FIBA celebrados en Europa: Eurobasket, preolímpicos y torneos de clasificación para el mundial. Lo que supone de facto que los jugadores que pertenezcan a estas federaciones puedan acudir a los Juegos Olímpicos y al Mundial.

La respuesta por parte de Euroliga no se ha hecho esperar y desde esta institución han respondido a FIBA en una carta abierta que transcribimos a continuación:

A finales de 2012 la FIBA ​​aprobó su nuevo calendario de competiciones de equipos nacionales (rompiendo unilateralmente el acuerdo firmado con la Euroliga en 2004) y, desde entonces, hemos observado una agresividad cada vez mayor por parte de la FIBA ​​en contra de la organización creada por los clubes de baloncesto de Europa, que durante los últimos 15 temporadas ha tenido supervisado su crecimiento y un progreso como nunca antes se ha visto en competiciones europeas. Este comportamiento de la FIBA se ​​ha intensificado desde el pasado mes de noviembre, cuando los clubes rechazaron la propuesta de la FIBA ​​para controlar estas competiciones.

En los últimos meses, hemos visto cómo ha cambiado la opción de FIBA, ​​de proponer una competición con contratos a 10 años garantizados para algunos clubes, a proponer ahora que los resultados deportivos anuales deben ser los únicos criterios validos para participar en competiciones europeas. Además de una falta de credibilidad y coherencia en su posición, también hemos visto en repetidas ocasiones que la FIBA ​​presiona y amenaza a los clubes obligándoles a renunciar a su derecho de elegir libremente para decidir su futuro, buscando  causar deliberadamente una división en el baloncesto europeo. En lugar de elegir el diálogo y tratar de convencer a los clubes, el Consejo Europeo de la FIBA ​​ha anunciado una resolución que sanciona a cualquier federación nacional que permita a sus clubes ir en contra de la opinión de la FIBA.

FIBA afirma que su prioridad es la defensa de los valores del deporte, pero al mismo tiempo no tiene en cuenta que el deporte es fundamentalmente una actividad libre y voluntaria, un derecho y no una obligación. En su lugar FIBA ​​amenaza a los que ejercen esa libertad con sanciones.

FIBA ha mostrado una falta de respeto hacia los clubes de baloncesto de Europa, al imponerles unas condiciones y unas reglas que no se aplican a otras ligas y otros individuos que forman parte de su organización. Esto demuestra no sólo una actitud discriminatoria, sino también un abuso y una falta de respeto con los valores de transparencia, coherencia y unidad que FIBA ​​dice defender.

Por su parte, los clubes de la Euroliga de baloncesto se han centrado en seguir trabajando tranquilamente en su proyecto, convencidos de los cambios que han hecho, siempre en respuesta a los intereses deportivos de los clubes y con la obligación que tienen con los aficionados para ofrecerles la mejor de las competiciones de baloncesto posible. El 2 de diciembre de 2015, la Euroliga invitó a todas las principales ligas nacionales a unirse a su proyecto y desde entonces ha colaborado estrechamente con los que respondieron positivamente, respetando al mismo tiempo a los que preferían diferentes alternativas e incluso manteniendo su invitación abierta a los clubes en todas las ligas. Euroliga de baloncesto nunca ha cuestionado el hecho de que la FIBA ​​pueda organizar otras competiciones de clubes europeos, como ha sido el caso a lo largo de los últimos 15 años, y se felicita a la FIBA porque ​​lo siga haciendo.

Al mismo tiempo, la Euroliga ha invitado reiteradamente a la FIBA ​​a establecer un diálogo sobre la colaboración mutua en el ejercicio de sus respectivas responsabilidades. FIBA no ha aceptado la invitación hasta la fecha.

Ahora, la Euroliga de Baloncesto y sus clubes sólo pueden expresar su tristeza y decepción por el hecho de que la FIBA ​​quiere resolver con sanciones una situación que no podía resolver con el diálogo. Euroliga de Baloncesto y sus clubes continuarán desarrollando su trabajo juntos, independientemente de las amenazas de FIBA, ​​con la esperanza de que las federaciones nacionales recuerden que los clubes son la base del sistema deportivo y reconozcan su libertad de unirse a la competencia que consideran mejor para sus aficionados.

El enfoque y el deber de la Euroliga de Baloncesto es la gestión de sus competencias y poder ofrecer la mejor experiencia posible a sus fans, y no está interesado en mantener un debate público abierto y continúo sobre esta situación anormal. A partir de ahora sólo se reiterará la opinión reflejada en este texto y se dedicarán todos los esfuerzos a la próxima puesta en marcha de las competiciones europeas: la Turkish Airlines Euroleague y la Eurocup.

Fin de la Carta.


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