El trono de Europa vuelve con su dueño

No creo equivocarme si digo que todos teníamos muchas ganas de este Eurobasket que acaba de terminar. Ya sea por ver de que era capaz la todopoderosa Serbia, comprobar la proyección de Croacia o si Francia ganaría en casa. Lo  peor es que nuestra selección no despertaba gran entusiasmo ni mucha confianza tras la debacle del Mundial pasado que jugábamos en casa  pero sobreponiéndose a todo eso y con un Pau Gasol que se ha confirmado como, si no el mejor, uno de los mejores jugadores FIBA de la historia nuestros jugadores han conseguido reinar en Europa una vez más en un camino que no ha sido plácido.

Foto via FIBA

Salvo algunos partidos muy puntuales, ha sido un Eurobasket muy descafeinado.

Ha habido sorpresas agradables como el campeonato realizado por la selección italiana que llegaba con un papel parecido al nuestro, nadie esperaba mucho de ellos pero que acabó colándose en cuartos de final para sorpresa de todos y ha habido decepciones como Croacia, una selección que partía como una de las favoritas para este torneo era apeada en segunda ronda por una Republica Checa que daba la sorpresa del campeonato, o la eliminación de una Rusia mermada que caía en primera ronda. A parte de eso, hemos visto pocas sorpresas y partidos realmente buenos quitando unos cuantos de España en los que luego entraré más en detalle.

A los que no seguimos tanto el baloncesto europeo como el americano estos torneos nos sirven principalmente para tres cosas: ver a las joyas europeas de las que tanto se habla y de los que has visto bastante poco, para disfrutar de las futuras estrellas europeas emergentes en el baloncesto FIBA y para disfrutar de “los inmortales” del viejo continente.

En este aspecto no ha tenido desperdicio, creo que los que veíamos muchos partidos por ver a los Hezonja, Gentile, Saric, Osman, Antetokounmpo y otros tantos jóvenes que han dado o van a dar el salto a la NBA en poco tiempo, ha sido un campeonato satisfactorio, la mayoría de ellos han hecho buenos campeonatos con sus selecciones y han demostrado que lo que se dice de ellos no solo es el 'hype' que muchas veces arrastran consigo.  Por otra parte están los clásicos de estos campeonatos, los Spanoulis, Parker, Teodosic, Gallinari, Nowitzki o, como no, Pau Gasol.

Algunos no han hecho el campeonato que se esperaba de ellos o no han llevado a su selección tan lejos como se esperaba de ellos pero siempre es un placer y un lujo poder disfrutar de cada uno de ellos sobre una cancha de baloncesto.

Pero si aquí hay que destacar un nombre, todos sabemos cual es, el de Pau Gasol.  Es verdad que España no empezó bien el campeonato, es verdad que España en defensa por momentos ha sido coladero, es verdad que no hemos estado finos en el tiro exterior, pero también es verdad teníamos a un hombre de 35 años que nunca se ha rendido y ha tirado del equipo en todo momento. Hay que rendirse ante este jugador y aun más importante, ante esta persona. Nunca ha tirado la toalla, ha jugado con molestias, lesiones y no se ha quejado en ningún momento, todo lo contrario, ha sacado fuerzas de donde no le quedaban para llevar el equipo a lo más alto y para liderar al equipo en los momentos más difíciles de la competición.

El equipo ha tenido muchos altibajos durante el camino que les ha llevado a volver a conseguir el campeonato de Europa por tercera vez, en partidos como contra Serbia o contra Italia todos pensábamos que con ese nivel de juego no llegaríamos muy lejos (razón no nos faltaba) pero el partido de Alemania, el primer gran escollo, fue un punto de inflexión para este grupo.  

Por primera vez en todo el campeonato se defendió con una intensidad digna de la situación y de lo que nos jugábamos. A partir de ahí, nuestro problema cerrando el rebote defensivo continuó pero la mentalidad del equipo era otra, tanto para atacar como para defender, por fin se creyeron que podían ganar a cualquiera y en el partido contra Francia lo acabaron consiguiendo. 

Había ganas de revancha por el año pasado, había ganas de devolverles el amargo trago que supone quedar eliminado de un campeonato en tu propia casa. En un partido infartarte hasta el último segundo y con el mejor partido FIBA que yo haya visto de un jugador, se consiguió el pase a la final ante una Lituania que sin duda, parecía, y se confirmó, un rival mucho menos duro del que todos esperábamos, Serbia. 

El partido de la final creo que no hay que comentarlo, todos lo tenemos aun en la retina pero lo quería meter aquí porque es una excusa para hacer algo que todos debemos hacer, agradecer a este grupo todos los buenos momentos que nos han dado. No vamos a mentir, nos han hecho sufrir mucho durante este campeonato pero también nos han hecho vibrar como hacía mucho que no se vibraba con el baloncesto en este país.

Con casi total seguridad en los Juego Olímpicos de Rio 2016 será la última vez que podamos disfrutar de este grupo de jugadores juntos. Unos jugadores que lo han dado todo por su selección tanto en los buenos momentos, como en los malos, unos jugadores que nos han regalado en los últimos 15 años dos bronces, dos platas y tres oros entre Mundiales, Europeos, y Olimpiadas y que nos han dado momentos inolvidables como aquél partido contra Estados Unidos, la final del campeonato de Japón o el mismo partido ante Francia que tenemos tan reciente por poner unos ejemplos.

Hay que estar orgullosos de ellos, tras lo pasado, se merecían este campeonato más que nadie y lo han conseguido con mucho sufrimiento así que enhorabuena campeones, otra vez sois los reyes de Europa.