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domingo, 27 de julio de 2014

Una de leyendas... Joe Arlauckas

El Madrid de principios de los años 90 ya no era el equipo absolutamente arrollador de dos décadas antes. El conjunto que había aplastado a decenas de rivales bajo el mando de Pedro Ferrándiz y Lolo Sainz era ya parte de la leyenda blanca, y pese a fichajes como el de Petrovic o el regreso de un Fernando Martín tristemente fallecido poco después, en el año 1992 eran ya 6 las temporadas que sumaba el equipo sin alcanzar la gloria en la Liga.

Foto: Real Madrid
Sin embargo, la temporada 1992-1993 supuso un cambio radical, pues el equipo dirigido por Luyk fichó al todopoderoso Arvydas Sabonis, que había dominado en el Valladolid pese a las dudas generadas por la grave lesión que había sufrido. Debemos recordar que David Robinson dijo del lituano que "jugaba en otra dimensión" y que tras su retirada se sucedieron las declaraciones relativas a que sin aquella maldición que había pesado sobre su cuerpo podía haber sido uno de los más grandes en la NBA. En cualquier caso, el Real Madrid conquistó tanto la Liga como la Copa con el gigante en sus filas.

Pero sería al año siguiente cuando apostarían por otro hombre alto que ya había jugado un lustro en España, tanto en el Caja de Ronda Málaga como en el Baskonia, procedente de más allá del océano, pero con las mismas raíces lituanas que el gran dominador de su juego interior: Joseph John Arlauckas. Pero no anticipemos acontecimientos y vayamos a sus orígenes.

Nacido en Estados Unidos en el año 1965, acudió a la Universidad de Niágara, completando los cuatro años de su carrera antes de dar el salto a la NBA, un sueño que se había comenzado a forjar seriamente en su mente a medida que iban transcurriendo sus años de estudio. Sin embargo, cayó hasta el puesto 74 y no contó nada en la franquicia que recientemente se había mudado a Sacramento: los Kings. Por eso hizo las maletas y se dirigió a Italia, al Caserta, donde estuvo poco tiempo y lo pasó muy mal, teniendo graves problemas a la hora de aclimatarse. Decepcionado, probó en otro país mediterráneo, yendo a parar al Caja de Ronda malagueño.

Allí pasó dos años muy buenos, aunque reconoció que seguía haciéndosele extraño estar fuera del hogar y que tuvo algunos problemas con Mario Pesquera, entrenador del conjunto malagueño por aquel entonces. Impresionó aún más en el Taugrés Vitoria (Saski Baskonia), equipo que estaba comenzando a labrarse un nombre entre los grandes de la Liga ACB y que con su adquisición lograron incorporar a una bestia nombrada dos veces Gigante Extranjero del año y 5 veces jugador de la semana, amén de su nombramiento como MVP de la Copa del 93 y de los centenares de puntos y rebotes conseguidos.
Foto: Elcorreo
Tal y como dijimos anteriormente, el interior estadounidense llegó al Real Madrid que había recuperado la Liga tras varios años de vacío de títulos bajo el mando de Sabonis, y en esa 93-94 se alzaron de nuevo con la Liga, utilizando de manera abusiva a su dominadora pareja interior. Los comienzos, sin embargo, no fueron sencillos y el propio Arlauckas (Joe, a partir de ahora), reconoció que Arvydas ocupaba demasiado espacio al poste bajo y que le dificultaba moverse. Solventadas las dificultades, sin embargo, se convirtieron en un dúo imparable.

Sería la temporada 1995/1996 la que llevó auténtica gloria a las vitrinas madridistas, en el último año de Sabonis y con Obradovic en el banquillo sustituyendo al destituido Luyk, lograron alzar de nuevo la Euroliga tras muchos años sin conseguirlo. Fue esta ocasión en la que Joe se alzó como un gigante frente al Buckler de Bolonia en los octavos de final de la competición europea, y anotó ¡63 puntos! que, por supuesto, dieron la victoria a su equipo. Al final de la temporada, en la que el prestigioso título continental fue lo único que llegó a las vitrinas capitalinas, el "Zar" se fue a la NBA pero "El Pelicano" Arlauckas se quedó en Madrid para seguir liderando al equipo.

Al Real fueron llegando jugadores de leyenda como Alberto Herreros o Dejan Bodiroga, pero el equipo no recuperó el brillo de los años del lituano y, pese a que Arlauckas seguía promediando buenos números, a nivel colectivo solamente se logró una Recopa y sufrieron varias eliminaciones a manos de diversos equipos en todos los Playoff disputados. Una lesión truncó el final de su estancia en el equipo blanco y tras la temporada 97-98 se dirigió a Grecia, donde pasó dos años sin demasiado brillo para posteriormente acabar colgando las botas. Terminó su carrera con 12590 minutos disputados, más de 7500 puntos anotados y 2.500 rebotes capturados. Unos números que lo elevan a categoría de leyenda del baloncesto nacional y del Real Madrid.

PALMARÉS:
- 1 Copa de Italia
- 1 Liga ACB
- 1 Recopa de Europa
- 1 Euroliga
- 1 MVP de la Copa

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