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sábado, 12 de julio de 2014

La otra "decisión": Kobe y los Lakers

48,5 millones por dos años de contrato. Casi 36, los cumplirá el 23 de agosto, y una grave lesión por el camino. Kobe ha jugado durante 18 años en la franquicia californiana, allí se ha convertido en uno de los mejores jugadores tanto del presente como de la Historia y ha ganado cinco anillos, acompañado de Shaquille O´Neal, Derek Fisher, Pau Gasol, Lamar Odom y, sobre todo, Phil Jackson, actualmente GM de los Knicks. Pero con todo su decisión de embolsarse casi 25 millones por año en las últimas etapas de su carrera fue durísimamente criticada por muchísimos aficionados, dado el daño que causaba a las aspiraciones del equipo de reclutar a varios agentes libres de renombre.

Foto: NBA
Kevin Ding escribía en este artículo lo que, a su juicio, era una decisión acertada tanto por parte de Bryant como de Mitch Kupchak, el GM de la franquicia angelina. El primero por haber mostrado su infatigable voluntad de ganar, mantenerse en forma y seguir compitiendo con los mejores, a la vez que expresando su fidelidad al equipo en el que ha jugado toda su vida profesional. Por su parte los segundos por haber tenido el tino de retener a Kobe, permitiendo que la franquicia tuviera ese recurso ventajoso que es la presencia del escolta a la hora de reclutar a agentes libres de alto caché. ¿A dónde preferiría ir Carmelo Anthony o LeBron James?, ¿a unos Lakers con mucho espacio salarial pero con la posibilidad de que su estrella no renueve o a un equipo que ofrece menos dinero pero que tiene atado a su capitán y líder por las dos siguientes temporadas? El último argumento que ofrece Ding es que el carácter de Kobe no es el mismo que el de Tim Duncan o Dirk Nowitzki, que sí que se han prestado voluntarios a recortar su salario, por lo que el Kuchpak ha obrado bien dándole un pastizal, a sabiendas de que si trataba de ofrecerle menos ("Low Ball" sería el término preciso) probablemente hubiera sido rechazado.

Sin embargo, y aunque el autor también recuerda sabiamente lo fácil que es opinar y criticar los hechos a caballo pasado no puede decirse que lo que está sucediendo a los Lakers en esta agencia libre no fuese advertido mucho antes de que comenzara este verano de 2014. Hasta ahora los movimientos angelinos han sido asegurarse a Jeremy Lin y renovar a Jordan Hill y Nick Young por contratos considerables. Todo indica que Pau Gasol no volverá mientras que LeBron ya ha firmado por los Cavaliers y Carmelo Anthony está cerca o de Bulls o de renovar por los Knicks. Ningún gran agente libre ha llegado a los Lakers y, hasta el momento, solo Julius Randle, número 7 del Draft, despierta ilusiones en unos aficionados que tampoco pueden esperar una reconstrucción al uso, tanto por la edad de Bryant como por el hecho de que su elección del año que viene será enviada a Phoenix salvo que entre en el Top-5.

¿Qué puede explicar este fracaso de la segunda franquicia más laureada de la NBA? Quedarse solo en el descomunal sueldo de Bryant, al que hay que añadir los 10 millones que cobra Nash y que dejan muy poco espacio para maniobrar en un verano en el que múltiples equipos han hecho movimientos destinados a liberar salarios, sería obviar otros factores: la escasa competitividad del equipo en la 2013-2014, y si se apura en las dos anteriores, la edad de Kobe, Nash y Pau Gasol, la carencia de un entrenador y los pocos incentivos respecto al resto de la plantilla.

Resultaba poco probable que LeBron eligiera Los Ángeles como su destino, pese a toda la aureola que rodea a la franquicia de púrpura y oro, sabiendo que los Lakers solo podían ofrecerle un contrato por el máximo a él, viéndose forzados a tratar de retener a Gasol con un sueldo bajo y traspasando a Nash en busca de alguna otra pieza. Factible, pero muy complicado, y más con tres jugadores que superan ampliamente la treintena. Lo mismo se puede aplicar a Carmelo, aunque estuviera tentado. Esto obliga a los angelinos a renovar a piezas importantes, pero ni mucho menos estelares, como Jordan Hill y Nick Young, a alto precio. A su vez el traspaso por Jeremy Lin ha logrado paliar la carencia de un base, pero cargando otros 8 millones en el "Salary Cap".


La pretemporada no está perdida. Lance Stephenson, Luol Deng o Greg Monroe siguen en el mercado y uno de ellos podría ser reclutado para intentar entrar en Playoffs, perder la elección del año que viene y liberar los sueldos de Nash y Jeremy Lin para la temporada que viene, dando el espacio preciso para un contrato máximo que permitiera a los Lakers competir en la 2015-2016. Pero Kobe estaría a punto de cumplir 37 años, no se sabe cuál será la adaptación de Randle a la NBA y múltiples cosas, para bien o para mal, pueden ocurrir en el transcurso de toda la larga temporada. Los Ángeles, en su corazón de color púrpura y oro, ha pasado de "Hollywood" a un cine de barrio, con encanto pero sin el glamour que una vez tuvo, y con los grandes actores prefiriendo marchar a pastos más verdes.

¿Ha sido toda la culpa de Kobe? Ni mucho menos. Lo que no se le puede negar es su sacrificio y entrega por el equipo, queriendo regresar lo antes posible de su terrible lesión (más a su edad) y asegurando compromiso, calidad y lucha por, al menos, dos años más. Pero, desde luego, su escasa voluntad para aceptar una reducción de sueldo como la que sí estaban dispuestos a tomar Chris Bosh o Dwyane Wade se ha incluido entre los factores causantes de la situación. La nueva imagen de los Lakers pasa por ver cómo se ha recuperado el escolta y lo atractivo a nivel deportivo y económico que pueden ser los angelinos tanto en estas próximas semanas como a lo largo de 2014 y de 2015. Su atractivo publicitario siempre lo conservarán.

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