Foto: Euroleague/Getty |
El Real Madrid es el gran favorito para alzarse con el título. La exhibición frente al Barcelona le aumenta una moral ya de por sí elevada. Los blancos llevan todo un curso practicando un baloncesto enérgico, dinámico y divertido para los aficionados. Nadie se aburre. Los pabellones se llenan cuando va el Madrid.
No obstante, y Pablo Laso lo ha advertido, los mates de Slaugther, los contraataques endiablados, los triples de Rudy y Llull o la fantasía de Sergio Rodríguez no pasarán a la historia dentro de 10 años si no se conquista un título. Y esta es la gran oportunidad.
Tras perder la temporada pasada ante Olympiacos, la lección está aprendida y el reto está claro: ganar la novena.
Maccabi, soñar hasta el final
A falta de 19 segundos para acabar la semifinal entre CSKA y Maccabi pocos apostaban por los israelís. Sin embargo, el ímpetu y la garra unida al canastón de Rice permite a los de David Blatt jugar una final otra vez. Ese es el ADN del Maccabi de Tel Aviv: su entrega.
Blatt ha demostrado una temporada más la capacidad para exprimir al máximo el talento de sus jugadores y formar un equipo capaz de batir a cualquiera. Sus pupilos no habían ganado a los de Messina en todo el año y lo hicieron en el momento adecuado. Coraje, sacrificio y nunca bajar los brazos. La seña de identidad de un equipo que depende demasiado de las individualidades.
Un equipo liderado por Hickman, anotador compulsivo y que maneja la batuta. Junto a él un David Blu que tras un año alejado de las pistas sigue demostrando sus galones. Tyus es uno de los pívots con más poderío físico de toda Europa junto a un Schorstanitis que querrá superar a Mejri en la pintura. Finalmente, el héroe del viernes, Tyreese Rice, querrá ser decisivo otra vez y dar al Maccabi su quinta Euroliga.
Precedentes
Esta temporada, el Maccabi y el Madrid se han enfrentado dos veces en el Top 16. Los dos partidos los ganó el conjunto blanco, aunque los de Laso sufrieron mucho para lograrlo. En Madrid el resultado fue de 74-68 y en Israel de 76-77. La igualdad entre ambos es total.
Las claves
- Juego exterior: el Real Madrid es muy superior en cada posición fuera de la zona. Rudy Fernández tiene más talento que Devin Smith, Sergio Rodríguez es el MVP y superior a Rice y Sergio Llull puede poner en serios apuros a Hickman en defensa. La anarquía de los hombres de Blatt puede ser un factor decisivo en los momentos calientes.
- Frenar a Schortsanitis: la gran baza de los hombres de David Blatt puede pasar por Baby Shaq. El griego es letal en la zona y solo Mejri podría intentar pararle por cuerpo. Además, Tyus y Zizic pueden plantear problemas si Slaughter y Bouroussis no están finos. El factor Felipe Reyes volverá a ser fundamental.
- La batalla mental: Blatt es un fuera de serie preparando a los suyos a nivel psicológico. En momentos de sufrimiento o cuando el partido se empieza a romper, la fortaleza mental les ayuda a mantenerse en el partido y a creer en sus posibilidades. El Madrid tiene que superarlos en esa faceta.
A disfrutar de la final.
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