En España tenemos la suerte (o desgracia) de poder escoger entre varios jugadores de calidad para hacer un equipo competitivo y que nos permita soñar en las grandes citas por selecciones. Tal suerte tenemos que entramos en debates polémicos y que generan una inestabilidad totalmente gratuita. Desde hace semanas ha vuelto a encenderse la llama del: ¿Mirotic o Ibaka?
Foto: MARCA |
Los problemas que ha tenido Nikola Mirotic con la Federación Española de Baloncesto (FEB) son más que evidentes, de la misma forma que nos hemos equivocado seguramente en no llamarle antes para asegurarnos que quiere jugar con España. El orgullo de unos primero y ahora el del jugador blanco pueden hacer que una historia de amor pueda acabar en una ruptura dolorosa.
En medio está Serge Ibaka, que vive ajeno a todo este frenesí de artículos y noticias que a diario inundan los medios de comunicación sobre a quién debería escoger Orenga (que comentó esta misma semana que la lista para el Mundial ofrece pocas dudas). El jugador de los Thunder está centrado en ganar el anillo y todavía no se ha pronunciado al respecto.
Los debates sobre quién es mejor o quién podría aportar más son inútiles. Son jugadores muy distintos. Ibaka tiene la ventaja de haber ido ya dos veces con España y de conocer al grupo (con el que se ha integrado a la perfección). La NBA le ha curtido y es un pilar fundamental en defensa. Además, y aunque aquí los líderes en ataque sean los Gasol y Navarro, Ibaka puede aportar mucho tal y como demuestra en los Thunder.
Poco se puede añadir de Mirotic, al que vemos semana tras semana combinando a la perfección con Rudy, Felipe, Llull y el Chacho, imprescindibles en la selección. Nikola lidera al Madrid en cada partido con exhibición de fundamentos ofensivos, pero también echando el cerrojo en la pintura.
Tenemos la gran suerte de contar con dos jugadores brillantes. Dos "4" con características muy distintas y que se complementarían a la perfección. Orenga tiene la potestad para decidir. Nosotros, la de disfrutar.
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