En una época
en la que Kevin Durant y Lebron James se están disputando de una manera feroz
la tiranía en el mundo del baloncesto, en el enorme jardín de la NBA no paran
de salir enanos que estarían dispuestos a anteponerse en el camino de
éstas 2 bestias.
Como en la
fábula popular, en la NBA hay tanto cigarras como hormigas. El talento sobra en
cada equipo, en cada cancha e incluso cada banquillo, pero lo que distingue a
un buen jugador de uno grande es el trabajo. No hay manera de medir la
profesionalidad o falta de ella de un joven atleta, pero en la liga más famosa
del mundo, las flores y, sobre todo, los tesoros se los llevan aquellos que
aprovechan cada parón, cada descanso y cada período vacacional para emplear
unas horas extras no pagadas pero que a la postre les pueden elevar tanto sus
prestaciones como sus salarios. En la presente temporada estamos viendo cómo es
la mejora lo que está prevaleciendo sobre el espectáculo o incluso la lucha por
el MVP que están llevando a cabo los dos reyes ya nombrados. No obstante, no
será ese el premio más disputado. El premio al jugador más mejorado se presenta
como posible para más de 2, 3 , 4 o incluso 5 jugadores que han sufrido de un
crecimiento más que notable. Una nueva generación de jugones de élite pide paso
de una manera bastante ruidosa y molesta para los acomodados en el trono
Anthony
Davis
Quizás sea
el que más opciones tenga de llevarse el galardón. El que decepcionara en la
2012/2013 tras ser el número 1 del Draft de ese mismo año ha hecho olvidar esa
decepción. Su juego se está viendo elevado a unas magnitudes realmente
monstruosas para un chico de su edad. Su físico; con esas famosas cejas y esa
envergadura prácticamente interminable, no parece ser el de una estrella, pero
el tiempo le está poniendo en el sitio que merece. El esfuerzo que realizó a lo
largo del pasado verano para coger peso (pues es de esos que, como Kevin
Durant, impactan visualmente por tener extremidades tan alargadas como finas)
le ha ayudado para tomar una confianza clave en el paso adelante que ha dado.
Lidera un equipo joven que en un mañana podría ser un quebradero de cabeza para
los Thunder. Su espejo es Kevin Garnett y, como él, el eje sobre el que rota su
baloncesto es la defensa, pero su ataque también es algo a tener en cuenta,
pues ha conseguido fraguar asombrosas actuaciones a lo largo de la temporada
que nos hacen estremecernos ante el mañana del que brillara en la universidad
de Kentucky.
Promedios en
la temporada: 21,7 ppp, 10,5 rpp, 1,6 app y 2,9 tpp.
Blake
Griffin
Con Chris
Paul y Blake Griffin el destino de los Clippers dio un giro completo. La
época grisacea de la franquicia de LA se quedó a un lado ante el arrollador
paso de una emergente era mucho más brillante (aunque por ahora sólo sea por
los flashes que inmortalizan los vuelos de los interiores de Rivers) pero al
proyecto que éstos lideran se le exige algo más. Éste plus se vio reflejado en
la despedida de Vinny Del Negro tras una nueva caída en la pasada
post-temporada. En su lugar llegó un afamado y respetado entrenador; Glenn
“Doc” Rivers. Bajo su mando veríamos a un Griffin que ya no se centra en
mostrar a todo el mundo noche tras noche lo alto que es capaz de llegar usando
los muelles que tiene por piernas, sino, más bien en jugar al baloncesto y que
cuenta cada día con un abanico de opciones más completo. Quizás los aspectos en
los que más ha crecido Blake no se puedan reflejar en sus números, pues se
trata más de intangibles que de espectáculos anotadores. Su manejo de balón, su
basketball IQ e incluso su tiro
crecen a pasos agigantados. ¿Quién dijo que él sólo sabía hacer mates? Fuimos
testigos directos de la negación a ésta pregunta en el período sin CP3 previo
al All-Star en el que el ala-pívot (que ya se posiciona como uno de los mejores
de la liga) fue el capitán del temible barco angelino.
Promedios en la temporada:24,3 ppp, 3,8 app, 9,8
rpp y 1,1 rbpp.
Joakim Noah
El francés
es un competidor de esos que, si tienes en tu equipo amas y si te enfrentas a
él lo odias. Sus gritos, su intensidad o sus piques son tan parte de su juego
como su capacidad pasadora que está destapando en la vigente temporada. Con
Rose caído nuevamente, los Bulls se planteaban el tanking, pero Noah se negó rotundamente. Así es él. Un luchador sin miedo que si ha de
tomar las riendas de un equipo que pierde a su estrella más mediática lo hará
sin miramientos. Se ha convertido en la extensión de Thiboideau en la cancha y
en el corazón de unos Bulls que están sufriendo menos tras la gran pérdida en
gran parte por su culpa. Anota, defiende, rebotea, lucha, asiste…hace todo lo
que esté en su mano para que su equipo gane. ¿El resultado? Una plaza en los
Playoffs asegurada y a su afición en el bolsillo. Sus premisas son las de no
bajar nunca los brazos y seguir trabajando. Así está ganándose a pulso el hecho
de ser reconocido como el mejor center del
planeta.
Promedios en la temporada: 12,4 ppp, 5,1 app,
11,2 rpp y 1,6 tpp.
Lance Stephenson
Nació
preparado y ya su juego en los pasados Playoffs hablaron por él. Es de esos
jugadores que, no sólo no se arrugan en los momentos decisivos, sino que,
además, sacan pecho. Larry Bird lo sacó de la nada y el tiempo está dándole la
razón. Un carácter fuerte y un trabajador total dentro de la cancha. Al igual
que el ya nombrado Noah, es un luchador que nunca tira la toalla. El talento de
aquél base neoyorquino que asombró a todo Estados Unidos hace años ha dado paso
al trabajo de un escolta que guarda las espaldas de Paul George. Frank Vogel
sabe la importancia que tiene para su equipo e incluso desde Indiana se llevó a
cabo una campaña para que consiguiera jugar su primer All-Star Game. La
dedicación, el agradecimiento a Bird, su carácter extrovertido y, por supuesto,
su talento, están haciendo de Lance Stephenson un jugador clave para uno de los
contenders. Su temporada está
resultando muy buena y no sorprendería en absoluto que el premio al jugador más
mejorado fuera para él, pues la evolución que está teniendo en cuanto a
anotación, porcentajes y minutos está siendo brutal.
Promedios en la temporada: 14,2 ppp, 4,7 app, 6
rpp y 0,7 rbpp.
DeMar DeRozan
El perfecto
ejemplo de cómo se debe tomar la responsabilidad. Con el cambio de rumbo de
Rudy Gay hacia Sacramento en Toronto se rumoreaba sobre una posible estrategia
para conseguir elecciones elevadas en el próximo Draft; nada más lejos de la
realidad. Con Gay no se estaba consiguiendo lo que los Raptors hoy día están
demostrando poder lograr. Ya han consumado su paso a los Playoffs y su líder es
uno de los grandes artífices de esto. El pasado mes de febrero jugó su primer
All-Star Game, lo que le sirvió como reconocimiento al trabajo que está
realizando. Siempre había sido un escolta atlético con descaro, pero que tenía
por delante al ya nombrado Rudy Gay. Ahora es el macho alfa y ha de seguir
rindiendo de ésta manera, pues la post-temporada se acerca y Toronto quiere que
su nombre aparezca en el mapa. Quizás su crecimiento no se deba tanto al
trabajo como los cuatro anteriores, pero está claro que sin esfuerzo los
Raptors no hubieran confiado en él como adalid. El de Compton ha emergido y
consigo ha arrastrado a su equipo.
Promedios en la temporada: 22,7 ppp, 3,9 app,
4,5 rpp y 1,1 rbpp.
Goran Drágic
El esloveno
ha captado el liderazgo de un nuevo proyecto a la perfección. Forma junto a
Bledsoe un tándem que está sorprendiendo a todos los seguidores de la liga.
Nadie esperaba que los Suns peleasen por los Playoffs y que no se les diera por vencidos hasta el último partido. Finalmente fueron novenos tras Dallas y Memphis, pero no han vendido nada barato el quedarse fuera. La velocidad del
backcourt de los de Arizona es
impresionante y Jeff Hornacek ha conseguido que unas piezas que nunca antes
habían tenido peso en equipos grandes encajen haciendo de unos Phoenix Suns un
bloque al que gusta ver. Tanto él como Eric optan al MIPOY, pero el ex de los
Clippers ha perdido puntos tras su lesión. Ningún experto podía predecir esto y gran parte de
la culpa la tienen los dos correcaminos que han cambiado el carácter de sus
aficionados, que miraban en verano a la temporada que se les avecinaba
negativamente.
Promedios en la temporada: 20,6 ppp, 6 app, 3,2
rpp y 1,3 rbpp.
En
conclusión, el trabajo (unido al talento, no lo olvidemos) están causando una
revolución en la clase media de la liga, que opta a pasar parte al selecto club
de los privilegiados. Además de los jugadores ya nombrados no podemos olvidar a
otros como Monta Ellis, LaMarcus Aldridge, Gerald Green o Eric Bledsoe. El MIPOY está más
disputado que nunca. La NBA está sufriendo una plaga de aquellos que lejos de
admirar la grandeza de las grandes estrellas se interponen con descaro en el
camino de ésta; trabajadores que no se conforman con lo que tiene sino que
quieren hacerse oír. Una nueva generación pisa fuerte y nosotros estamos siendo
testigos de su escalada.
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