Kentucky consigue el pase a la final en un partido para el recuerdo (74-73)

Kentucky nos vuelve a regalar otro encuentro para el recuerdo. Si creíamos haberlo visto todo en su duelo ante Michigan, la batalla que han librado ante Wisconsin es digna para el recuerdo. Un combate sin descanso, en el que uno y otro mostraron sus armas, se exigieron al máximo y propiciaran que fuera el 'clutch time' quien determinara al vencedor. 

Como si de un cuento de hadas se tratase, Aaron Harrison volvió a aparecer para anotar un triple que significaría el billete a la final del NCAA Tournament. Un triple que serviría una vez más como reflejo del imparable crecimiento de unos Wildcats que han experimentado un proceso de madurez y sentido colectivo para enmarcar, consiguiendo superar a uno de los bloques más compactos de la competición como es la Wisconsin de Bo Ryan.

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Sin dominador claro, el intercambio de golpes predominaba en el inicio del encuentro. Mientras los de Calipari se apoyaban en la diversidad anotadora con James Young como punta de lanza, los Badgers tenían en el sorprendente Bronson Koeing a su "Factor X", siendo ellos los primeros en tomar las riendas. Con el perímetro desatado, los Wildcats aguantaban el tirón gracias a su superioridad física pero siempre apostando por una circulación efectiva en ataque que pronto se vería culminada con la vuelta de un Randle que había dado el susto al marcharse a los vestuarios. 

Era la contundente irrupción del freshman la que propiciaba una llamada de atención a una Wisconsin que mantenía su nivel de concentración y seriedad, siempre con las ideas claras y sin renunciar a cualquier situación que se preste, pero en esta ocasión con la inspiración de Ben Brust como estilete. Los Badgers daban buena cuenta una vez más de que no sólo sabían defender y aprovechando la agresividad de Sam Dekker para contestar a Randle, se iban por delante a la marcha a los vestuarios. 

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En medio de la calma, Kentucky revolucionaba el partido dando un golpe sobre la mesa. Si bien la puesta en escena de Wisconsin parecía calcada a la vista hasta el momento, los Wildcats salían como un tiro y con James Young como referencia desde el perímetro y Randle y Johnson como pilares interiores consumaban un parcial de 15-0 que marcaba un antes y un después en el encuentro. Estaban desatados, pero cuando más imparables parecían, la locura reinante volvía manifestarse con una reacción brillante de los Badgers que a ritmo de triples devolvían la igualdad al choque. Si Ben Brust volvía a las andadas, era esta vez el croata Duje Dukan quien asumía el papel de Koeing en la primera parte para poner a los suyos por delante en un 'toma y daca' vertiginoso en la que la compostura de uno y otro no sufría viraje alguno. El encuentro no podía estar más abierto e indepientemente de que la gran telaraña defensiva de los de Lexington limitaba la aportación de Kaminsky, el juego exterior de los de Bo Ryan, el backcourt seguía siendo una auténtica pesadilla para su adversario.

La tónica permanecía intacta conforme nos acercábamos a la recta final. La emoción y nervios que empezaban a palparse en el AT&T Stadium no fueron impedimento para que el desenfreno se detuviera, ya que así como Traveon Jackson y Frank Kaminsky se entonaban, Alex Poythress alentaba a los suyos con dos acciones de excelso derroche atlético. Pero por difícil que pareciese, lo mejor estaba aún por llegar. Después de Kaminsky igualara el choque, estábamos inmersos en el 'clutch time'. Fue entonces cuando un triple fallido de Andrew Harrison y una posterior falta tras triple del mismo sobre Traveon Jackson parecía condenar a los de Calipari, pero tras fallar uno de sus lanzamientos desde la personal, aún les quedaba un cartucho al que aferrarse. 

Tras un ataque dubitativo, el balón volvería a caer sobre las manos de Aaron Harrison, tal y como ocurría hace unos días y el resultado además de ser el mismo, simplemente no pudo ser mejor. Con un temple y frialdad estratosféricas, anotaba un triple para la historia, ya que el posterior fallo a la desesperada de Jackson significaba el billete a la final de unos Wildcats que vuelven a reivindicarse a lo grande.

@jose03030